El ministro de Asuntos Exteriores e Inmigración de Bahamas, Frederick Mitchell, aseguró que el Gobierno no tolerará ningún tipo de maltratado físico por parte de organismos locales a inmigrantes indocumentados de origen jamaiquino, chino, cubano y haitiano, entre otros, que llegan a su territorio.
"El Gobierno no tolera ningún abuso de cualquier tipo sobre los detenidos. Siempre es importante, sin embargo, escuchar a la otra parte", dijo Mitchell, en un comunicado difundido hoy en respuesta a las acusaciones vertidas por la organización local de defensa de los Derechos Humanos Bahamas Crisis Centre.
Mitchell indicó que tanto su organismo como el Ministerio de Seguridad Nacional han emprendido una investigación para identificar los motivos de esas acusaciones, que ofrecen detalles concretos sobre un grupo de mujeres jamaiquinas que denunciaron haber sido maltratadas físicamente por agentes locales.
Defendió que el Gobierno de Bahamas no permite el castigo físico, ya que "no es una pena que una corte de Bahamas pueda imponer en inmigrantes indocumentados en este país".
Así, señaló que los rumores de palizas emprendidas por oficiales de seguridad contra extranjeros son "en gran parte creados por la prensa para vender periódicos".
En ese sentido, Mitchell recordó que los 15 ciudadanos chinos arrestados en Bimini el pasado miércoles, junto a tres bahameses que lideraban una embarcación con rumbo a Florida, serán enviados a Cuba y, de ahí, partirán hacia China. Los tres bahameses, según apuntó, fueron acusados de asistir en la actividad ilegal.
Recientemente, otros 30 hombres cubanos indocumentados fueron detenidos en Cayo Sal y transferidos a Nassau para ser procesados.
Mitchell también indicó que las Fuerzas de Defensa investigan una embarcación con migrantes de origen haitiano que transitaba al este de Isla Larga y no descartó que se produzcan varias detenciones al respecto durante esta semana.
"Esto se hace para demostrar cuán serio es para este país el problema de inmigración ilegal. Es una lucha que no termina", dijo.
Hace un año, Bahamas creó controversia a nivel internacional al aprobar una nueva ley que establecía que no se aceptarían más solicitudes de visados de trabajo por parte de personas que residieran ilegalmente en el país.
Además, exigía que los inmigrantes que viven en Bahamas porten siempre el pasaporte de su país natal.
Aunque no hay datos oficiales consolidados, se cree que la mayoría de los inmigrantes de Bahamas, que rondan el 16% de la población total, es de origen haitiano.