El Gobierno cubano guarda silencio en momentos en que la suerte de cientos de cubanos varados en Centroamérica sigue siendo incierta, mientras crecen las denuncias de maltratos contra mujeres, niños y hombres que buscan llegar a Estados Unidos.
Los Gobiernos de Costa Rica y Nicaragua han evaluado de "crisis humanitaria" la situación de los cubanos que llevan al menos dos semanas intentando sin éxito cruzar las fronteras centroamericanas.
Los medios oficiales en Cuba no se han pronunciado con respecto a la crisis migratoria generada por los cubanos en las últimas dos semanas.
El Gobierno de la isla suele culpar a la Ley de Ajuste Cubano de 1966 de promover la emigración ilegal y desordenada de cubanos, alegando que este mecanismo ofrece garantías excepcionales a sus ciudadanos una vez que pisan suelo estadounidense.
Fuentes diplomáticas en La Habana no estuvieron disponibles para hablar con Martí Noticias sobre el tema. La embajada cubana en Costa Rica dijo que está al tanto de la crisis humanitaria en curso pero no tuvieron otros comentarios.
"No tengo información para plantearle en este instante", dijo a Martí Noticias temprano el lunes un funcionario de la embajada de Cuba en Managua que no quiso identificarse.
"No tenemos comentarios por ahora", insistió el diplomático poco después a otra llamada de Martí Noticias.
La pasada semana, la subdirectora de Migración costarricense, Gladys Jiménez, dijo a medios locales que las autoridades de la isla han sido enfáticos en indicar que "sólo reciben a sus nacionales que cometieron delito o que voluntariamente quieran regresar".
La situación migratoria provocada por cientos de cubanos a su paso por fronteras de países como Panamá, Costa Rica y Nicaragua, subió de tono este fin de semana, después que las autoridades nicaragüenses reforzaron el domingo las fronteras con un batallón de infantería y expulsaron a la fuerza a Costa Rica a más de 1.100 migrantes de la isla caribeña.
Nicaragua arremetió contra el Gobierno de Costa Rica, acusándolo de actitud "deliberada e irresponsable" al otorgar visas humanitarias y permitir el tránsito de los cubanos por la frontera común para que continúen la insólita travesía hacia Estados Unidos.
Costa Rica rechazó la acusación de su vecino.
"Mandar el Ejército de un país y tirarlo encima de una población migrante, en la situación en la que se encuentran hombres, mujeres y niños. Esa es la manera en que ese país (Nicaragua) aborda este tema", dijo recientemente el canciller de Costa Rica, Manuel González.
Cubanos entrevistados por medios locales confirmaron que persistirán en su propósito, incluso algunos dijeron que no pueden regresar a la isla porque hasta sus casas vendieron para costear el aciago viaje.
En el drama de los cubanos intervienen bandas de traficantes que cobran entre $7.000 y $15.000 por el recorrido que incluye hasta
siete fronteras centroamericanas. La crisis actual se agudizo después que autoridades costarricenses desarticularan una de estas bandas días atrás.
Aunque poco se sabe de los detalles, en los últimos meses autoridades de algunos de los países afectados por la crisis migratoria cubana han comenzado negociaciones con Cuba para contener o regularizar las travesías.