Ante los frecuentes informes sobre repatriación de cubanos que se han emitido en semanas recientes, algunos lectores se preguntan si el balsero goza del mismo beneficio que el migrante que se presenta en la frontera, que al argumentar temor a ser deportado es sometido a una entrevista de miedo creíble con un agente del Servicio de Inmigración y Ciudadanía (USIC).
"Si algún migrante tiene temor de regresar a su país de origen, se le brinda la oportunidad de que lo comunique a la Guardia Costera", dijo a Radio Televisión Martí un portavoz del Séptimo Distrito de los guardacostas con sede en Miami, Florida, y puntualizó que los extranjeros que requieren protección contra la persecución o la tortura en su país de origen no son repatriados como parte de una política establecida hace mucho tiempo.
Desde el primero de octubre al cierre de marzo último, USCG repatrió a 128 cubanos al Puerto de Cabañas, municipio del Mariel.
“Hemos visto con frecuencia las caravanas de ómnibus, ambulancias y autos de la Seguridad del Estado que salen desde el puerto con los repatriados y que llevan un cartel que dice ‘Triunfo’, desconozco a qué ‘Triunfo’ se refieren”, dijo desde Cabañas el opositor Moisés Leonardo Valdés, de la Corriente Martiana, quien agregó que en abril se encontraron por lo menos cinco embarcaciones de fabricación casera en las costas de esa localidad sin sus ocupantes, “aparentemente gente que preparaba salidas”.
El Servicio de Guardacostas recordó que el gobierno de EEUU normalmente devuelve a todos los migrantes que son interceptados en el mar a su país de origen o de salida. Pero, todos tienen la oportunidad de solicitar y recibir protección siempre que lo soliciten.
Además, el ente gubernamental reiteró que actúa de acuerdo con la ley estadounidense para prevenir, disuadir e interceptar a inmigrantes indocumentados.
“Patrullamos el mar y las vías marítimas de EEUU, e interceptamos embarcaciones sospechosas con inmigrantes que intentan ingresar ilegalmente a EEUU”.
Desde el 1 de octubre de 2020, la Guardia Costera interceptó a 183 cubanos que intentaron llegar a las costas de EEUU.
"Hemos visto un aumento de 80% en la actividad migratoria desde enero, en relación con los últimos años", dijo recientemente el capitán Adam Chamie, comandante del sector de la Guardia Costera en Cayo Hueso.
En 2017, poco antes de terminar su período en la Casa Blanca, el presidente Barack Obama canceló la normativa pies seco/pies mojado, una orden ejecutiva vigente desde 1995 y que permitía a los cubanos que tocaban suelo estadounidense permanecer de manera legal en el país y obtener la residencia al año y un día de estancia. Los interceptados en alta mar eran deportados.
“Al tomar esta medida tratamos a los migrantes cubanos de la misma manera que tratamos a los migrantes de otros países”, dijo entonces el mandatario.
Un año antes, 50,082 cubanos entraron a EEUU, de ellos, 38. 310 lo hicieron ilegalmente, y solo 11,772 con visa, según datos de Protección Fronteriza, (CBP).
Un despacho de Voz de Américas da cuenta que, en las fronteras, el número de migrantes y aspirantes a solicitantes de asilo ha aumentado exponencialmente en los últimos meses.
Según CBP más de 100,000 personas cruzaron al territorio americano en el mes de febrero, pero la agencia rechazó el ingreso al país al 71% de ellas, informó el medio del gobierno de EEUU.
“Todo migrante tiene derecho a solicitar una entrevista para demostrar miedo creíble, ya sea en la frontera o a bordo de una embarcación de los guardacostas”, dijo el abogado especialista en inmigración Wilfredo Allen.
El Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USIC) no suele brindar información sobre los procesos de asilo político. Pero una fuente cercana a la entidad dijo que, si un balsero a bordo de una embarcación de los guardacostas manifiesta que teme ser deportado por posibles represalias, USIC envía a un oficial de asilo a la embarcación para entrevistar al migrante o puede entrevistarlo desde tierra por teléfono.
De acuerdo a la información que aparece en el portal de USIC, si un oficial de asilo considera que el migrante cuenta con razones sobradas para no ser repatriado, el afectado tiene entonces que demostrar ante un juez de inmigración que ha sido perseguido o teme que de ser regresado su país será perseguido por motivos de raza, religión, nacionalidad, por pertenecer a un grupo social particular o de opinión política.
Si por ausencia de méritos el migrante no pasa la entrevista de miedo creíble, el afectado puede pedir que un juez de inmigración revise su caso. De no hacerlo, la Agencia de Aduanas y Protección de Fronteras, (CBP) procederá a su deportación.
Una vez en Cuba, los deportados hallan con una serie de tropiezos, desde dificultad para encontrar empleo hasta la reinserción social, una política que muchos de ellos califican como la marca del apestado.
Se han reportado casos que las autoridades retiran el carné de identidad y el pasaporte.
Tony, nombre que utilizamos en esta pieza a petición del entrevistado, fue deportado en marzo.
“La tripulación del guardacostas fue amable, nos brindó agua y realizó un examen físico a cada uno. Pero, nunca nos informó que existía la posibilidad de pedir una entrevista de miedo creíble. Será para la próxima”, dijo el joven de 28 años residenciado en Buena Vista.