La policía y los investigadores de asuntos criminales en Moscú allanaron las casas de nueve miembros del personal y de la junta directiva de Memorial, una de las organizaciones de derechos humanos líderes en Rusia y co-ganadora del Premio Nobel de la Paz 2022, denunció Rachel Denber, vice directora de la División de Europa y Asia Central en Human Rights Watch.
Entre las casas allanadas estaba la de Oleg Orlov, copresidente del centro de derechos humanos de Memorial, a quien las autoridades acusaron penalmente de "desacreditar" a las fuerzas armadas de Rusia por sus críticas a la guerra de Rusia contra Ucrania. Cientos de otras personas están siendo procesadas penalmente por cargos similares, mientras que miles enfrentan cargos administrativos por criticar la guerra. Las autoridades también registraron oficinas afiliadas a Memorial.
Este es solo "el más reciente movimiento" de las autoridades contra Memorial: a principios de este mes, la oficina del fiscal abrió un caso penal contra miembros no especificados de Memorial por cargos de "justificación del nazismo", dijo la representante de Human Rights Watch.
"En diciembre de 2021, estuve en la Corte Suprema de Rusia cuando emitió el fallo de liquidación del Memorial, con el argumento de que había violado repetidamente la ley de agentes extranjeros tóxicos de Rusia. El discurso del fiscal fue mucho más allá de resumir argumentos sobre estas denuncias", subrayó Denber.
La misión de Memorial es restaurar y preservar la memoria histórica sobre el Gran Terror de Stalin, rehabilitar a sus víctimas y proteger y promover los derechos humanos. El fiscal acusó a Memorial de distorsionar la historia, especialmente sobre la Segunda Guerra Mundial, y de crear una imagen falsa de la Unión Soviética. También optó por amplificar el hecho de que Memorial había incluido por error en su base de datos a más de tres millones de víctimas de la represión estalinista a tres presuntos colaboradores de los nazis, un error que Memorial corrigió públicamente una vez que tuvieron conocimiento de las pruebas pertinentes, precisó Denber.
"¿Por qué nosotros, descendientes de los vencedores, estamos obligados a presenciar la impunidad en la rehabilitación de traidores y colaboradores nazis?" entonó el fiscal. "¿Por qué deberíamos avergonzarnos y arrepentirnos de nuestro pasado?" Fue una declaración escalofriante, dijo Denber. "Esto fue solo unas semanas antes de la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia, en la que el Kremlin afirma falsa y grotescamente que está luchando contra los nazis en un reinicio de la Segunda Guerra Mundial en el siglo XXI".
Las autoridades rusas ya cerraron las principales organizaciones de Memorial y usaron pretextos menos severos para cerrar algunos de los otros grupos prominentes de derechos humanos de Rusia. Este mes, el Ministerio de Justicia usó "un endeble pretexto burocrático" para buscar la liquidación de Sova, un grupo de expertos en derechos humanos que documenta el abuso de Rusia de sus amplias leyes contra el extremismo y el terrorismo.
La representante de Human Rights Watch añadió que con las nuevas redadas en Memorial y el interrogatorio de su personal, las autoridades están dejando en claro que una vez que cierren una organización, seguirán procesando a los activistas que continúen denunciando. "Deberían retirar los ridículos cargos de desacreditación contra Orlov y el caso de represalia de justificación del nazismo, de inmediato", aseveró Denber.
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