El huracán Beryl tocó tierra la madrugada del lunes en la costa de Texas, cerca de Matagorda, con una peligrosa marejada ciclónica y fuertes vientos, según el Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos.
La tormenta llegó a tierra como huracán de categoría 1 en torno a las 4 a.m., hora central de Estados Unidos, a unos 137 kilómetros (85 millas) al suroeste de Houston, con vientos máximos sostenidos de 128,7 kilómetros por hora (80 millas por hora), y se desplazaba hacia el norte a 19,3 km/h (12 mph).
Beryl volvió a ganar fuerza y recuperó la categoría de huracán el domingo por la noche. El meteoro se había debilitado tras dejar un rastro de destrucción letal a su paso por México y el Caribe. En el sur de Texas, las bandas exteriores de la tormenta azotaron la costa con lluvia y vientos cada vez más intensos mientras los residentes se preparaban para su llegada.
Se mantuvo la alerta de huracán en la costa de Texas, desde la bahía Mesquite y hacia el norte hasta Port Bolivar, indicó el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos.
Se esperaba que Beryl remitiera a tormenta tropical el lunes y a depresión tropical el martes, según el servicio meteorológico (NWS, por sus siglas en inglés), que preveía un giro hacia el nordeste y que empezara a desplazarse más deprisa el lunes y el martes.
Las previsiones apuntaban a que el centro del meteoro pasara por el este de Texas el lunes y después por la zona inferior del valle del Mississippi y hacia el valle de Ohio el martes y miércoles, indicó el NWS.
La gente en Texas cubrió ventanas con tablones y se alejó de los poblados costeros bajo órdenes de evacuación. Conforme la tormenta se acercaba, las autoridades en Texas advirtieron del riesgo de apagones e inundaciones y expresaron su preocupación porque no se habían marchado suficientes vecinos ni veraneantes en la ruta prevista de Beryl.
Los vientos con fuerza de tormenta tropical se extendían 185 kilómetros (115 millas) desde el centro. El centro de huracanes advirtió a los residentes que estuvieran preparados para posibles inundaciones repentinas en partes de la región central, el norte y el este de Texas, al igual que Arkansas, a medida que la tormenta gire gradualmente hacia el norte y luego al noreste más tarde el lunes.
A lo largo de la costa de Texas, muchos residentes y propietarios de negocios tomaron las precauciones usuales para tormentas, aunque también expresaron reparos sobre su intensidad.
En la localidad de Port Lavaca, Jimmy May instalaba madera contrachapada sobre las ventanas de su compañía de suministro eléctrico y dijo no estar preocupado por la posible marejada generada por la tormenta. Recordó que su negocio no se había inundado durante el paso de un huracán previo que trajo consigo una marejada de 6 metros (20 pies).
“En el pueblo, si uno está en las áreas bajas, obviamente necesita irse de allí”, señaló.
En el puerto deportivo cercano, Percy Roberts mostraba a su vecino Ken Waller cómo asegurar adecuadamente su barco mientras fuertes vientos llegaban de la bahía el domingo por la tarde.
“Este va a ser el primer huracán que experimento”, dijo Waller, señalando que estaba un poco nervioso pero se sentía seguro con las indicaciones de Roberts. “Reza por lo mejor pero espera lo peor, supongo”.
Beryl, la tormenta que más tempranoalcanzó categoría 5 en una temporada del Atlántico, provocó al menos 11 muertes a lo largo desu paso por el Caribe rumbo a Texas. El meteoro arrancó puertas, ventanas y techos con vientos devastadores y marejadas azuzados por una temperatura récord en las aguas del océano.
Tres veces en su semana de vida, Beryl ha ganado 56 km/h (35 mph) de velocidad del viento en 24 horas o menos, la definición oficial de intensificación rápida del servicio meteorológico.
El crecimiento explosivo de Beryl hasta convertirse en una tormenta temprana sin precedentes es un reflejo de la alta temperatura del agua en el Atlántico y el Caribe, y lo que el cinturón de huracanes del Atlántico puede esperar durante el resto de la temporada de tormentas, dijeron los expertos.
Las autoridades texanas advirtieron a la gente en toda la línea costera que se preparase para posibles inundaciones, aguaceros y viento. La alerta de huracán iba de la bahía Baffin, al sur de Corpus Christi, a Sargent, al sur de Houston.
Beryl amenazaba con llevar otro episodio de lluvias intensas a Houston, donde en los últimos meses varias tormentas han provocado apagones en la cuarta ciudad más grande del país e inundado vecindarios enteros. Había un aviso de inundaciones repentinas en una amplia zona de la costa de Texas, donde los meteorólogos esperaban que el meteoro dejara hasta 25 centímetros (10 pulgadas) de agua en algunas zonas.
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