El incipiente sector privado juega un importante papel en la infraestructura turística de Cuba, a pesar de las limitaciones que le impone el gobierno a su pleno desarrollo, según cifras reveladas por Manuel Marrero Cruz, ministro del ramo.
“En corto plazo se ha generalizado una estructura de turismo no estatal a lo largo y ancho de Cuba que hoy sobrepasan las 2 mil paladares y 24 mil habitaciones en casas particulares”, aseguró Marrero en entrevista publicada el jueves en el sitio digital de la revista Travel Trade Caribbean.
Marrero dijo que las agencias de viaje tienen contratos de operaciones con 2,014 casas, 398 paladares y 954 ofertas turísticas de transporte.
A pesar de la importancia que le atribuye el ministro al sector privado en el desarrollo turístico, en agosto del pasado año, el gobierno anunció la suspensión de nuevas licencias para los paladares y los alojamientos particulares para turistas o "casas de renta", que reportaron a sus propietarios 40 millones de dólares en dos años, según datos difundidos por la empresa Airbnb en junio.
El gobierno dijo entonces que mantendría congelados esos permisos "hasta que se haya perfeccionado el sistema", alegando que el crecimiento del sector ha ocasionado ilegalidades como la evasión fiscal, el blanqueo de capitales procedentes del extranjero y el uso de materiales y productos adquiridos en el mercado negro.
A la novedosa presencia del pequeño sector privado en la industria turística, Marrero añadió el incremento de las líneas de crucero que tocan puerto en la isla.
Según dijo, la pasada temporada de cruceros generó la llegada de más de 500 mil cruceristas, con un incremento del 67%, en comparación con la etapa anterior y la industria turística cubana estima sobrepasar los 700 mil cruceristas en 2018, sumando nuevas líneas de cruceros y más puertos de entrada.
Una de las limitaciones del sector es su infraestructura hotelera, además de la pobre la calidad de sus servicios, según diversos informes de expertos.
Marrero reveló que hasta el mes de marzo de 2018, Cuba tiene 122 hoteles y más de 44 mil habitaciones bajo contrato de administración, lo que representa el 65% del total con que cuenta el país.
“En estos momentos contamos con 27 empresas mixtas constituidas para la construcción de nuevos desarrollos hoteleros e inmobiliarios asociados al turismo. De estas, 13 empresas han ejecutado inversiones, con unas 5 mil habitaciones 4 y 5 estrellas, operando en 15 hoteles bajo esta modalidad de inversión; cuatro de ellas tienen por objeto el desarrollo inmobiliario asociado al turismo”, afirmó.
Los proyectos inmobiliarios asociados al turismo, de los cuales la prensa oficial cubana ha brindado poca información, ofrecen confortables viviendas individuales o apartamentos en edificios de condominios, que se comercian en el mercado extranjero.
Hasta la fecha se han constituido cuatro empresas mixtas con proyectos inmobiliados: El Salado, en la Zona Especial de Desarrollo del Mariel; Punta Colorada, en la provincia de Pinar del Río; Bellomonte S.A., en La Habana, y Carbonera S.A., en Matanzas.