El Observatorio Cubano de Conflictos registró 589 protestas en julio en las quince provincias de la Isla y el municipio Isla de Pinos.
De las 327 demostraciones públicas basadas en Derechos Civiles y Políticos, 146 estuvieron motivadas por la represión contra los más de mil presos políticos y sus familiares, así como contra influencers, activistas de la sociedad civil y ciudadanos comunes.
“Ciento treinta y cuatro fueron, de alguna manera, actos de desafío al Estado policial cubano”, precisó Rolando Cartaya, especialista del Observatorio Cubano de Conflictos, un programa de la Fundación para los Derechos Humanos en Cuba.
Así se clasifican acciones que muestran la propensión de la ciudadanía a expresar sin tapujos su descontento: como lo hizo Osiris José Puerto Terry que reveló que recibió tres balazos de dos Boinas Negras el 11 de julio de 2021, durante las protestas cerca de la Esquina de Toyo, en La Habana.
Del mismo modo, las huelgas de hambre realizadas por presos políticos alrededor del segundo aniversario del 11 de julio. Entre ellos las de Rolando Yusef Pérez Morera, Adrián Rodríguez Morera, Aliandry Lechuga Junco y Denis Hernández Ramírez
Cubanos de los más variados sectores sociales se manifestaron contra la inseguridad alimentaria, la deficiente atención a la salud que se agudiza por la carencia de insumos y personal experto y las negligencias médicas.
“Personalidades de relieve nacional como el economista Pedro Monreal, el humorista Ulises Toirac y el escritor Leonardo Padura, pero también ciudadanos sencillos de diversos estratos sociales y perfiles profesionales; y grupos de vecinos irritados, expresaron de diversas maneras su descontento con la crisis multilateral que embarga la nación, sin atisbos de que el gobierno vaya a salir de su fosilización ideológica para resolverla”, apuntó Cartaya.
“En su mayoría, escribieron o publicaron en sus redes sociales, dieron sus opiniones a medios independientes o dejaron comentarios en medios oficialistas. Vecinos, hartos de tantas carencias, se hicieron notar en protestas presenciales”, detalló.
Asimismo, fueron motivos de protestas otros servicios públicos como el de la electricidad, internet, funerarios y de cambio de moneda. La crisis con el abastecimiento de agua generó numerosas quejas.
“Vecinos de Centro Habana se sentaron en medio de la transitada calle Belascoaín, luego de varios días sin electricidad, y lo mismo hizo en La Habana Vieja una madre con sus hijos en reclamo de agua”, ejemplificó el especialista.
“Así, aunque fueron disuadidas por la policía política con amenazas, un grupo de 20 madres planeó en las redes sociales una marcha hacia la Plaza de la Revolución con el fin de exigir leche para sus hijos”, recordó.
Otro número significativo de reclamos tuvo que ver con la incontrolada ola de violencia social, robos, desapariciones, feminicidios y asesinatos.
“Hay que destacar que las 262 protestas basadas en derechos económicos y sociales, fueron encabezadas por 105 que generaron los conflictos sociales, entre ellos la creciente inseguridad ciudadana, que fueron 74 y otros 31 por el incremento de los desamparados y limosneros. Le siguieron las motivadas por la crisis de los servicios públicos (68), la inseguridad alimentaria (41) el disfuncional sistema de salud pública (40) y los problemas de vivienda”, indicó Cartaya.
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