“Estamos decididos a continuar. No vamos a virar para atrás”, dijo este sábado a Martí Noticias Ignacio Leal Arias, uno de los cubanos varados en Turbo, ante las amenazas de deportación que penden sobre el grupo de isleños refugiados en esa localidad colombiana.
En un documento en el que los cubanos son señalados como “una amenaza”, el municipio de Turbo pidió al gobierno central y a las autoridades migratorias colombianas una acción concreta para resolver la situación de los cubanos que han quedado estancados en el territorio, explicó Leal.
“La creciente presencia de los migrantes irregulares en nuestro municipio constituye una amenaza para la seguridad, el orden público y la convivencia ciudadana de nuestro territorio”, indica el documento firmado por Emélides Muñoa Meza, secretario de gobierno y gestión administrativa de Turbo.
Pero la "acción concreta" no parece referirse a la solución esperada por los migrantes, sino a su peor pesadilla en este momento: la posibilidad de ser deportados.
“Migración fue nuevamente al albergue a repartir los salvoconductos antes de proceder con la deportación”, dijo este sábado el alcalde de Turbo, Alejandro Abuchar, según un reporte del diario independiente cubano 14yMedio.
“Una fuente cercana al Gobierno dijo a 14ymedio que se están preparando las condiciones para la deportación o repatriación de los cubanos que se encuentran en Turbo”, señaló.
Retornar no es una opción para los cubanos
Alrededor de 300 cubanos, entre ellos ellos más de 100 son mujeres y 8 niños, se concentran en la bodega que les sirve de albergue desde hace ya un mes. La cifra exacta de migrantes isleños en el territorio se desconoce.
Otra cubana varada en Turbo, Ailín Gary Cruz, asegura que han recibido apoyo de la comunidad, pero que las autoridades municipales han logrado poco en su gestión por ayudarlos, ya que la solución al problema va más allá de las fronteras colombianas.
“Aquí no han ningún representante nuestro, ni de la Embajada cubana, tampoco del gobierno colombiano. El gobierno está haciendo como si esta crisis no existiera”, dijo Gary.
Retornar es aceptar una condena a muerte, dicen muchos de los migrantes, porque sería el fin de las esperanzas de tener un futuro más próspero.
“A los Castro que les importa si estás o no contento con el gobierno. Ellos van a seguir en el poder. La cosa con los cubanos desde hace más de medio siglo ha sido así. El que le guste bien, y el que no que se vaya”, recalcó.
En lo que va de año, cerca de 6.000 migrantes irregulares han sido deportados de Colombia a sus países de origen, según un comunicado dado a conocer la semana pasada por el director de Migración Colombia, Christian Krüger.
Solís alude a crisis migratoria en cumbre de la AEC
Mientras, el presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, fue el único mandatario de la región en tocar el tema migratorio en la cumbre de la Asociación de Estados del Caribe (AEC), finalizada este sábado en La Habana.
“Hay que sentir a lo migratorio y al migrante como un factor esencialmente humanitario, cuyas condiciones de vida y de tránsito deben ser garantizadas primorosamente por todos los estados”, dijo Solís.
“Reconozco los esfuerzos que sobre esta materia estamos realizando, pero creo que debe haber todavía un poco más de conciencia y de solidaridad en materia humanitaria, porque América Latina se está convirtiendo en una ruta de paso de emigrantes africanos y asiáticos que buscan mejores horizontes de desarrollo en el Norte”.
“Debemos reconocer y asimilar ese fenómeno, y también combatir a las redes de traficantes que juegan con la vida humana, y que la destruyen, siendo este uno de los negocios más productivos donde el crimen organizado se desarrolla”.
