La periodista de RFE/RL Alsu Kurmasheva, el periodista del Wall Street Journal Evan Gershkovich y el ejecutivo de seguridad corporativa de Michigan Paul Whelan, quienes se encontraban detenidos en Rusia condenados por cargos que los tres negaron vehementemente, fueron liberados este jueves en un intercambio de prisioneros entre Rusia, Estados Unidos y varios otros países, el mayor desde el fin de la Guerra Fría.
"El acuerdo que aseguró su libertad fue una hazaña diplomática", dijo el presidente estadounidense Joe Biden en una declaración con motivo del intercambio.
Amanda Bennett, directora ejecutiva de USAGM, dijo: “Es una noticia increíble y estoy tremendamente agradecida con todos los que apoyaron y abogaron por la liberación de Alsu a raíz de la cruel injusticia de Rusia”.
“El periodismo no es un delito. Estoy feliz de que Alsu finalmente pueda volver a casa con sus seres queridos y cerrar este doloroso capítulo”, agregó.
El 1 de agosto, la Organización Nacional de Inteligencia de Turquía (MIT) dijo que había desempeñado "un importante papel" en la mediación.
En los últimos días, las especulaciones sobre un posible intercambio habían aumentado, ya que los abogados defensores de varias personas de alto perfil detenidas en prisiones rusas dijeron que se desconocía el paradero de sus clientes, una situación que suele surgir cuando se traslada a los reclusos.
Los cargos contra los estadounidenses han sido etiquetados por sus empleadores o por el gobierno de Estados Unidos como falsos o transparentemente políticos. Algunas de las sentencias exceden con creces lo que los expertos legales consideran normal.
Una de las primeras señales de que el intercambio había comenzado el 1 de agosto provino de un grupo de abogados y defensores de derechos humanos rusos conocido como Pervy Otdel, que publicó un mensaje en Telegram en el que se destacaba la trayectoria de vuelo de un avión Antonov que había participado anteriormente en intercambios de prisioneros.
"Un avión An-148, que supuestamente se utilizó para el intercambio anterior de prisioneros políticos, despegó de Kaliningrado a Moscú [el 1 de agosto]", dijo Pervy Otdel.
El presidente y director ejecutivo de Radio Free Europe/Radio Liberty, Stephen Capus, dijo en un comunicado que la emisora recibió con agrado la noticia y está agradecido con el gobierno estadounidense y todos los que trabajaron incansablemente para poner fin a su trato injusto por parte de Rusia.
La periodista del servicio tártaro-bashkir de Radio Libertad Alsa Kurmasheva "no hizo nada malo y ciertamente no merecía ser tratada injustamente y obligada a ser separada de sus queridos familiares y colegas", añadió el presidente de RFE/RL.
"La liberación de Alsu nos hace aún más decididos a garantizar la libertad de otros tres periodistas de RFE/RL brutalmente encarcelados en Bielorrusia y la Crimea ocupada por Rusia. No descansaremos hasta que todos nuestros periodistas detenidos injustamente estén a salvo en casa. El periodismo no es un delito”, afirmó Capus.
Kurmasheva fue condenada el 22 de julio a seis años y medio de prisión por el Tribunal Supremo de Tartaristán, que la halló culpable de difundir supuestas falsificaciones sobre el ejército ruso. El caso fue presentado ante el tribunal con el sello de “secreto” y el juicio fue celebrado a puerta cerrada.
Paul Whelan, un ejecutivo de seguridad corporativa de Michigan, cumplía una condena de 16 años de prisión por cargos de espionaje que él y Washington consideran infundados.
[Con reporte de RFE/RL]
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