El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, describió hoy como "instructiva" su visita a Cuba para asistir a la II Cumbre de la Celac, y aseguró que no ve "ningún conflicto" entre ese organismo regional y el que él dirige.
En un discurso ante el Consejo Permanente de la OEA para informar sobre su visita a Cuba esta semana, Insulza señaló que no ve "necesario hacer demasiadas especulaciones" sobre el hecho de que viajara a la isla, suspendida del organismo regional en 1962 y que se niega a reintegrarse en el mismo.
"No creo que se requiera una explicación para acudir (en respuesta) a una invitación del país anfitrión", señaló Insulza en referencia a Cuba, que hasta esta cumbre ocupaba la presidencia pro témpore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
"Cierto es que desde 1959 nunca había estado un secretario general de la OEA en Cuba, y creo que era un hecho importante estar ahí y asistir a esa reunión. Esa era la tarea que había que cumplir, y esa es la tarea que cumplimos", afirmó.
El titular de la OEA agradeció a Cuba la invitación porque su presencia en la cumbre "fue algo muy instructivo" y le permitió "tener reuniones muy importantes con algunos jefes de Estado".
En declaraciones a Efe el martes en La Habana, Insulza aseguró que le alegraría ver a Cuba de vuelta en la organización hemisférica, pero descartó que eso se vaya a producir a partir de su visita a la isla, que incluyó una breve conversación el miércoles con el gobernante cubano, Raúl Castro.
Respecto a la relación con la Celac, que surgió en 2011 como un foro alternativo a la OEA sin la presencia de EE.UU. y Canadá, Insulza consideró que el plan de acción aprobado por ese organismo para 2014 demuestra que no intenta "invadir los terrenos que son privativos a la OEA".
"Los temas que incluye son temas que nosotros sí tratamos, pero no aparecen planteados como una competencia ni mucho menos", indicó.
"Estoy muy satisfecho de poder informar que no solamente no veo ningún conflicto, sino ninguna intención de conflicto, en la medida en que nuestros países, en esta organización, deciden si quieren esto o no. Tanto la OEA como la Celac son propiedad de los países y ustedes decidirán lo que les parezca más conveniente", añadió.
En la sesión de hoy, el Consejo Permanente dio además la bienvenida al nuevo embajador de Ecuador ante la OEA, Marco Vinicio Albuja Martínez, que en su primer discurso incluyó duras críticas al organismo y llamó a una "transformación profunda" del mismo.
"Si no hay una decisión política de los Gobiernos de modificar (la OEA) y fortalecerla, y si los pueblos no asumen como propia esta organización, la OEA morirá de inanición y desaparecerá lentamente, dejando paso a un nuevo multilateralismo de carácter regional, que tendrá como fundamento el diálogo entre los distintos bloques de países", alertó Albuja.
Al respecto, Insulza comentó que en su carrera ha "conocido muchos organismos internacionales" y no ha visto "nunca uno en que los miembros se pregunten más si debería existir que en este".
"Como titular de esta organización tan repetidamente cuestionada creo que es una institución plenamente vigente, pero naturalmente estoy dispuesto a una discusión franca como la que plantea el embajador", aseguró.
Insulza pidió, no obstante, que ese debate tenga lugar sin "el intento de imponer los visiones ideológicas de uno sobre otros".
En un discurso ante el Consejo Permanente de la OEA para informar sobre su visita a Cuba esta semana, Insulza señaló que no ve "necesario hacer demasiadas especulaciones" sobre el hecho de que viajara a la isla, suspendida del organismo regional en 1962 y que se niega a reintegrarse en el mismo.
"No creo que se requiera una explicación para acudir (en respuesta) a una invitación del país anfitrión", señaló Insulza en referencia a Cuba, que hasta esta cumbre ocupaba la presidencia pro témpore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
"Cierto es que desde 1959 nunca había estado un secretario general de la OEA en Cuba, y creo que era un hecho importante estar ahí y asistir a esa reunión. Esa era la tarea que había que cumplir, y esa es la tarea que cumplimos", afirmó.
El titular de la OEA agradeció a Cuba la invitación porque su presencia en la cumbre "fue algo muy instructivo" y le permitió "tener reuniones muy importantes con algunos jefes de Estado".
En declaraciones a Efe el martes en La Habana, Insulza aseguró que le alegraría ver a Cuba de vuelta en la organización hemisférica, pero descartó que eso se vaya a producir a partir de su visita a la isla, que incluyó una breve conversación el miércoles con el gobernante cubano, Raúl Castro.
Respecto a la relación con la Celac, que surgió en 2011 como un foro alternativo a la OEA sin la presencia de EE.UU. y Canadá, Insulza consideró que el plan de acción aprobado por ese organismo para 2014 demuestra que no intenta "invadir los terrenos que son privativos a la OEA".
"Los temas que incluye son temas que nosotros sí tratamos, pero no aparecen planteados como una competencia ni mucho menos", indicó.
"Estoy muy satisfecho de poder informar que no solamente no veo ningún conflicto, sino ninguna intención de conflicto, en la medida en que nuestros países, en esta organización, deciden si quieren esto o no. Tanto la OEA como la Celac son propiedad de los países y ustedes decidirán lo que les parezca más conveniente", añadió.
En la sesión de hoy, el Consejo Permanente dio además la bienvenida al nuevo embajador de Ecuador ante la OEA, Marco Vinicio Albuja Martínez, que en su primer discurso incluyó duras críticas al organismo y llamó a una "transformación profunda" del mismo.
"Si no hay una decisión política de los Gobiernos de modificar (la OEA) y fortalecerla, y si los pueblos no asumen como propia esta organización, la OEA morirá de inanición y desaparecerá lentamente, dejando paso a un nuevo multilateralismo de carácter regional, que tendrá como fundamento el diálogo entre los distintos bloques de países", alertó Albuja.
Al respecto, Insulza comentó que en su carrera ha "conocido muchos organismos internacionales" y no ha visto "nunca uno en que los miembros se pregunten más si debería existir que en este".
"Como titular de esta organización tan repetidamente cuestionada creo que es una institución plenamente vigente, pero naturalmente estoy dispuesto a una discusión franca como la que plantea el embajador", aseguró.
Insulza pidió, no obstante, que ese debate tenga lugar sin "el intento de imponer los visiones ideológicas de uno sobre otros".