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Intelectuales analizan el impacto del exilio de Ferrer en el liderazgo opositor cubano


José Daniel Ferrer, a su llegada al destierro en Estados Unidos.
José Daniel Ferrer, a su llegada al destierro en Estados Unidos.

Sumario

  • El escritor Ángel Santiesteban y el médico Eduardo Cardet lamentaron la partida del líder opositor cubano, calificándola como un atropello político, pero celebraron su liberación como una forma de salvar su vida.
  • La académica Alina Bárbara López Hernández señaló que el exilio de Ferrer fue forzado por el agravamiento de la represión y la imposibilidad de ejercer defensa legal dentro de Cuba.
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Tres intelectuales cubanos respaldaron al opositor José Daniel Ferrer en su exilio, destacando la necesidad de preservar su vida y permitirle continuar su lucha desde el exterior, y analizaron la complejidad del liderazgo en la sociedad cubana actual.

“Es momento de que coja un distanciamiento. Son muchos años de sacrificio, de desgaste físico y psicológico, y no queremos un mártir. Lo queremos vivo como un hombre de acción que se ha ganado el derecho a darle una oportunidad a su familia, a darse una oportunidad a sí mismo y seguir en la lucha. dijo a Martí Noticias, el escritor Ángel Santiesteban, desde La Habana.

Ferrer, uno de los 75 presos políticos de la Primavera Negra de 2003, que había salido en licencia extrapenal como el resto de los integrantes de ese grupo, fue condenado nuevamente en 2020 en un proceso espurio por daños y lesiones.

Mientras se encontraba en arresto domiciliar, trató de unirse a las Protestas del 11 de julio de 2021 en Santiago de Cuba, pero fue interceptado por la policía a la salida de su vivienda. Por esto, el tribunal de ejecución revocó su libertad condicional y fue internado en la prisión Mar Verde.

En enero de 2025, Ferrer fue excarcelado en virtud de un acuerdo del gobernante Miguel Díaz-Canel con el Vaticano, pero a finales de abril, el Tribunal Supremo lo regresó a la cárcel por “no cumplir con los requerimientos de la libertad condicional”.

“Estoy triste porque hemos perdido un gran guerrero aquí adentro, pero a la vez feliz, porque le hemos salvado la vida. El llevaba muchos, muchos años sufriendo bajo las garras de la dictadura”, apuntó Santiesteban.

El médico Eduardo Cardet, coordinador nacional del Movimiento Cristiano Liberación, celebró la libertad de Ferrer, aunque lamentó “profundamente” el exilio al que se vio obligado.

“Consideramos que el exilio o la salida forzada de una persona por una causa política es un atropello, contra la persona, contra la familia, independientemente de quien sea, porque no deja opciones, puede ser que se recupere parcialmente la libertad, pero es muy costoso”, señaló.

“Cada persona, cada individuo tiene la responsabilidad de tomar sus decisiones y solo la persona que ha pasado por presidio, y más si es una causa política, sabe la situación que sufre un preso y la familia bajo una tiranía como la cubana”, subrayó Cardet, quien cumplió condena de 2016 al 2019, tras criticar al gobierno cubano y a su, entonces, recién fallecido mandatario Fidel Castro.

“Seguiremos luchando por el restablecimiento de un estado de derecho donde todos los cubanos podamos vivir dignamente y disfrutar cada quien de su propio proyecto de vida y que las cosas sean distintas de una vez y por todas”, recalcó.

Desde la llegada al poder de Fidel Castro en 1959, el régimen ha impuesto la expatriación de miles de ciudadanos considerados contrarrevolucionarios o, simplemente, incómodos para el sistema.

Intelectuales, artistas, periodistas, activistas y opositores han sido empujados al destierro mediante presiones, amenazas, chantajes o como condición para su liberación tras ser encarcelados.

“Yo no creo que la decisión de exiliarse haya sido 100% de Ferrer, un hombre que aguantó etapas dilatadas de represión, de encarcelamiento, de maltrato físico y psicológico, no solo sobre él, sino también sobre su familia durante mucho tiempo. Simplemente las condiciones de agravamiento de esa represión fueron las que determinaron esto”, indicó la académica matancera Alina Bárbara López Hernández.

“No creo que sea una decisión que lo satisfizo a él ni que fue algo que hubiera querido, sino que estuvo obligado por las circunstancias, por la incapacidad de poder ejercer una defensa legal dentro del país y por el hecho de que lo aislaron dentro del propio territorio”, agregó.

La salida del país de Ferrer, fundador de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) se enmarca en una estrategia sistemática de la cúpula de poder de La Habana, que no solo busca silenciar voces críticas, sino también debilitar el tejido opositor dentro de la Isla, fragmentando movimientos, aislando liderazgos y desarticulando redes de apoyo.

“Esa es la manera en que ha funcionado siempre que hay un liderazgo pues las presiones son extremas para que esa persona salga de Cuba y se convierta -para ellos- en un mal menor”, lamentó López Hernández.

Respecto a una probable derrota del régimen castrista, Ferrer aseguró, en sus primeras declaraciones en Estados Unidos, que “los vamos a tumbar y no por capricho, sino por el bien de los cubanos”.

“Los liderazgos no son desdeñables, yo siempre lo digo, pero se necesita una reconfiguración de la sociedad civil. En Cuba ha existido un exterminio, un genocidio cívico, pero tras tantos años, la gente tiene que empezar a pensar en que, para defender sus derechos, tienen que levantar la voz, que no se trata de una persona y por eso yo creo que es importante organizar movimientos que no dependan tanto de liderazgos verticales sino de asociaciones horizontales”, enfatizó la historiadora.

“Como sociedad tenemos una responsabilidad con esto que está pasando y tenemos que asumir esa responsabilidad más allá de los liderazgos -que siempre son importantes y siempre pueden ser aglutinadores- pero no se hace nada si no se trabaja a nivel de base social, de educación cívica. Estaremos siempre viendo emigrar a los disidentes, a los opositores, a las personas que han levantado su voz cuando esas voces puedan ser restringidas, cuando esas voces puedan ser separadas de la sociedad”, puntualizó la politóloga.

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    Yolanda Huerga

    Yolanda Huerga nació en Bayamo, Granma, Cuba. Se graduó en Filología y Lingüística en la Universidad de Oriente en 1989. Durante casi 20 años trabajó en el sistema de bibliotecas públicas de la isla. En 2003, fundó junto a otras mujeres el movimiento Damas de Blanco, organización que recibió en 2005 el Premio a la Libertad de Conciencia Andrei Sakharov del Parlamento Europeo. En 2005 viajó a Estados Unidos junto su hijo y su esposo, el poeta y periodista Manuel Vázquez Portal, condenado a 18 años durante la Primavera Negra de Cuba. Desde 2008 trabaja en Miami, en la Oficina de Transmisiones a Cuba, como periodista de Radio Martí. Recibió en 2021 el Premio Burke a la Excelencia Periodística que otorga la Agencia de Estados Unidos para Medios Globales.

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