El reconocido líder afronorteamericano Norman Hill ha escrito una carta a Raúl Castro en la que protesta “por el arresto del disidente afrocubano Manuel Cuesta Morúa y las opresivas condiciones en que ha sido puesto en libertad”.
Hill fue uno de los organizadores de la Marcha a Washington D.C. de 1963, que culminó con el legendario discurso de Martin Luther King Jr. conocido como “Yo tengo un sueño”.
Su carta es en protesta por el arresto y encausamiento --por supuesta difusión de noticias falsas contra la paz internacional-- del líder del movimiento Arco Progresista, quien permaneció cuatro días detenido durante la reciente cumbre de la CELAC en La Habana, a fines de enero.
En su misiva, Hill define el trato dispensado a Cuesta Morúa como “una clara violación de las normas internacionalmente reconocidas sobre las garantías a las libertades de expresión y reunión”, y afirma que la acusación se debe a que el disidente cubano escribe sobre los problemas raciales en la isla.
El líder afro-estadounidense manifiesta su plena solidaridad con Cuesta Morúa “por su valor para enfrentar la opresión y su dedicación a lograr una Cuba más democrática y más inclusiva de todas las razas”.
El autor dirige su carta al gobernante cubano en su condición de Presidente Emérito del Instituto Philip Randolph, organización que sirve de enlace entre los sindicalistas negros y el movimiento de derechos civiles. En agosto de 1960 él, su esposa Vilma Murphy-Hill y otros 28 activistas participaron en la primera protesta para acabar con la discriminación racial en las playas, escenificada en Rainbow Beach, Chicago. Allí fueron apedreados por blancos iracundos.
Norman Hill conoció a Cuesta Morúa y otros miembros del perseguido comité cubano Ciudadanos por la Integración Racial en mayo del 2013, en Washington D.C., donde fueron invitados a participar en el congreso de la Asociación de Estudios Latinoamericanos. Como medida cautelar las autoridades cubanas le han prohibido a Cuesta viajar al exterior.
Para concluir su mensaje a Raúl Castro, Hill señala que “con su valentía y su dedicación a la causa de los derechos humanos, la democracia y la justicia económica, Manuel Cuesta Morúa se alínea con pleno derecho en la tradición de los grandes líderes de los derechos civiles en EEUU, como Martin Luther King Jr., A. Philip Randolph y Bayard Rustin. Todos los estadounidenses que creemos en la libertad le ofrecemos nuestra solidaridad y apoyo”.
Hill fue uno de los organizadores de la Marcha a Washington D.C. de 1963, que culminó con el legendario discurso de Martin Luther King Jr. conocido como “Yo tengo un sueño”.
Su carta es en protesta por el arresto y encausamiento --por supuesta difusión de noticias falsas contra la paz internacional-- del líder del movimiento Arco Progresista, quien permaneció cuatro días detenido durante la reciente cumbre de la CELAC en La Habana, a fines de enero.
En su misiva, Hill define el trato dispensado a Cuesta Morúa como “una clara violación de las normas internacionalmente reconocidas sobre las garantías a las libertades de expresión y reunión”, y afirma que la acusación se debe a que el disidente cubano escribe sobre los problemas raciales en la isla.
El líder afro-estadounidense manifiesta su plena solidaridad con Cuesta Morúa “por su valor para enfrentar la opresión y su dedicación a lograr una Cuba más democrática y más inclusiva de todas las razas”.
El autor dirige su carta al gobernante cubano en su condición de Presidente Emérito del Instituto Philip Randolph, organización que sirve de enlace entre los sindicalistas negros y el movimiento de derechos civiles. En agosto de 1960 él, su esposa Vilma Murphy-Hill y otros 28 activistas participaron en la primera protesta para acabar con la discriminación racial en las playas, escenificada en Rainbow Beach, Chicago. Allí fueron apedreados por blancos iracundos.
Norman Hill conoció a Cuesta Morúa y otros miembros del perseguido comité cubano Ciudadanos por la Integración Racial en mayo del 2013, en Washington D.C., donde fueron invitados a participar en el congreso de la Asociación de Estudios Latinoamericanos. Como medida cautelar las autoridades cubanas le han prohibido a Cuesta viajar al exterior.
Para concluir su mensaje a Raúl Castro, Hill señala que “con su valentía y su dedicación a la causa de los derechos humanos, la democracia y la justicia económica, Manuel Cuesta Morúa se alínea con pleno derecho en la tradición de los grandes líderes de los derechos civiles en EEUU, como Martin Luther King Jr., A. Philip Randolph y Bayard Rustin. Todos los estadounidenses que creemos en la libertad le ofrecemos nuestra solidaridad y apoyo”.