El gigante corporativo Odebrecht, una de las mayores empresas constructoras de Brasil, está involucrado en la investigación de un millonario esquema de corrupción y soborno de la estatal Petrobras, que habría favorecido a políticos y empresarios de ese país.
Las oficinas de Odebrechet en Río de Janeiro fueron allanadas por la Policía Federal junto a las otras ocho importantes empresas nacionales, en una nueva fase de la operación iniciada en marzo y que este viernes movilizó a 300 policías y 60 agentes del área de fraudes de impuestos en seis estados brasileños, para cumplir 85 órdenes de captura.
La Policía Federal detuvo hoy al ex dirigente de Servicios de Petrobras Renato Duque, el segundo ejecutivo de alto rango arrestado como parte de las investigaciones por supuesto lavado de dinero y pago de millonarios sobornos, calculados en unos $3,840 millones.
Paulo Roberto Costa, un ex ejecutivo de Petrobras encarcelado previamente por el caso, dijo en un acuerdo con la Fiscalía que las empresas acusadas entregaban un 3% del valor de los contratos que obtenían, dinero que se canalizó al Partido de los Trabajadores, en el Gobierno.
Odebrechet confirmó hoy en un comunicado que sus oficinas en Río de Janeiro fueron revisadas y que se incautaron documentos. La firma aseguró que estaba colaborando plenamente con la investigación policial.
La multinacional brasileña está presente en diez países de América Latina y del Caribe donde desarrolló obras de construcción, ingeniería civil y exploración petrolera, entre otras.
Odebracht amplió en Cuba el Puerto Mariel y trabaja en la reforma y en la ampliación del Aeropuerto de La Habana. Además, administra el Central Azucarero 5 de Septiembre, en la provincia de Cienfuegos.
En Estados Unidos opera desde 1991, prestando servicios de ingeniería y construcción con foco principal en los segmentos de carreteras, puentes, aeropuertos, puertos y metros. En la actualidad trabajan junto con clientes públicos y privados en los estados de Florida, Texas y Louisiana.