La industria turística de Cuba, principal fuente de ingresos de divisas del país, sufrió un golpe demoledor en sectores claves de su infraestructura tras el paso del huracán Irma a sólo dos meses de que comience la temporada alta del sector el próximo mes de noviembre.
Irma ocasionó los mayores daños en el corazón de la industria turística de Cuba, ubicado en los cayos de la costa norte central de Cuba ─ Cayo Coco, Cayo Guillermo, Cayo Cruz, Cayo Paredón, Cayo Santa María, Cayo Ensenachos, Las Brujas, y en menor medida en Varadero.
Las fotos tomadas por el periodista Alejandro García Sánchez, que circularon en las redes sociales de Cuba y los reportes filtrados en la prensa local en las primeras horas del paso del huracán, mostraron un panorama desolador de las instalaciones hoteleras.
Irma destrozó las instalaciones del Aeropuerto Internacional Jardines del Rey, en Cayo Coco, que recibe los turistas que se alojan en los hoteles de la cayería norte de las provincias de Camagüey y Ciego de Avila. Ambos conjuntos de cayos están aislados porque los pedraplenes que los comunican con la tierra firme fueron dañados en varios tramos.
El pedraplén que une a Jaronú con Cayo Cruz, en Camagüey tiene pedazos de hasta 90 metros arrancados por la fuerza de las olas.
Seis de los 12 puentes que se encuentran en el pedraplén que une tierra firme con la cayería norte de Ciego de Avila quedaron dañados.
Las gigantescas olas provocadas por Irma rompieron dos tramos del pedraplén de Caibarién a Cayo Santamaría, lo que imposibilita el paso por esa vía hasta el polo turístico de la cayería noreste de Villa Clara.
Los daños ecológicos sufridos en estos cayos se suman a los del sector turístico y están todavía por evaluar.
Preocupados por el impacto que los daños ocasionados por Irma puedan tener en la afluencia de turistas extranjeros, las autoridades han comenzado a mostrar una imagen más optimista aunque, al parecer, lejos de la realidad.
El Ministro de Turismo, Manuel Marrero Cruz, declaró el jueves a la Agencia Nacional de Informaciónque “todo el daño ocasionado por el huracán Irma es completamente recuperable”.
“Ante la inminencia de la llegada de la etapa alta del turismo en el país a partir del venidero noviembre incluso los lugares más complejos, entre esos el aeropuerto de Jardines del Rey, estarán totalmente recuperados”, dijo Marrero, sin aportar mayores explicaciones.
A pesar de ese derroche de optimismo el panorama para la segunda mitad del 2017 se ha opacado.
La deteriorada economía cubana creció un 1.1% en el primer semestre del año, apuntalada por un incremento del 23% de turistas extranjeros, según cifras oficiales.
En ese período llegaron a Cuba 3 millones de visitantes extranjeros y los ingresos del turismo, ascendieron $1.500 millones de dólares.
"El boom probablemente sufrirá un impacto, debido al número de hoteles y casas de renta que resultaron dañadas”, afirmó el representante de Oxfam, ONG que asiste a Cuba en materia de prevención de catástrofes naturales, Jérôme Faure.
[Con información de Reuters, medios locales de prensa y redes sociales]