El sincretismo se apodera de la isla en estos momentos en los que amenaza el potente huracán Irma.
Pretende Irma pasar por Cuba precisamente este 8 de septiembre jornada en que antaño fue descubierta la patrona de Cuba la “Virgen de la Caridad del Cobre”, Oshún según las creencias africanas. La jornada anterior a la fecha, cuando se celebró en el municipio habanero de Regla las deidades a Yemaya o virgen de Regla, no pocos pidieron salud y bienestar para quienes podrían resultar damnificados por esta tormenta.
Marta Pedroso es una de las creyentes presentes allí. Vestida de blanco y con collares típicos de la religión yoruba nos comenta que ella es hijas de las dos aguas: Oshún y Yemaya y que ya es tradición visitar el sitio cada 7 de septiembre. Hoy se conmemora el aniversario de la dueña del mar y de nosotros los cubanos. Donde empieza una termina la otra así que estamos hermanadas. Estoy aquí sobre todo para pedir que no sucedan más estragos y catástrofes con este Huracán que nos está tocando las puertas.Hoy se viene a orar por esas personas que están muriendo producto a Irma y para pedir que se aleje de Cuba o no cause daños.
Resulta de especial interés para esta reportera la comunidad que se agolpa frente al santuario de la Virgen de Regla en el municipio habanero de igual nombre. Hombres mujeres, niños; población toda que ha venido a rendirle tributo precisamente a la dueña del mar en su onomástico. Al fondo se escucha las plegarias del cura quien anuncia además de los cánticos religiosos ya habituales, a mantener los cuidados con la realidad que se nos avecina y seguir las órdenes de la defensa civil.
Aquí me encontré –para mi asombro- a Manuel Rivera, un joven de 30 años emigrado a los Estados Unidos y residente en La Florida quien eufórico tras su reciente llegada me comenta: “yo venía todos los años incluso antes de irme, ya hace 4 que vivo en Miami y no he faltado ni una vez a rendirle tributo a mi santa que tanto me ha ayudado, a ella le pido salud por mis hermanos en Miami y fuerza para estos días de miedo”.
En la puerta de la iglesia saltan a la vista girasoles, jazmines, gladiolos y rosas, así como lo hacen las figuras que trae la multitud vestidas con los trajes identitarios de ambas patronas. También hay quien se aprovecha de la oportunidad para solventarse y vender una que otra medallita, collares supuestamente bendecidos o dar caridad a cambio de unas monedas –casi siempre en CUC- . Este es el caso de Álvaro Ernesto, un muchacho que no supera los 28 años y se presentan en la entrada por una misión que tiene con la Virgen de Regla y con los muertos.Me comenta que viene a orar por fuerza y la salud, al tiempo que me da su ache´. Yo agradezco el gesto y me acerco a “Francisca Siete Sayas” una guantanamera que vive en La Habana hace solo 7 años, “hace más de 30 visito el santuario de la Virgen de Regla en La Habana. Antes de vivir en la capital igual venia y me pasaba unos días, luego regresaba a mi ciudad en Oriente. Lo hago por tradición de mi bisabuela y para cumplir una misión, aquí pido salud para mi familia, mi hija y para el pueblo de Cuba. Con este huracán tengo fe casi absoluta con la virgen para que no nos toque y que nos proporcione unión entre el pueblo de Cuba”.
Yo coincido con ella y le lanzo un guiño cómplice de esos que se dan cuando uno coincide en ideales y pensamientos que ayuden a la alianza entre religiones. Entro a la iglesia –como buena católica- y hago mis respectivas oraciones pidiendo lo mismo de mis entrevistados: una Cuba libre de Irma, de catástrofes, y divisiones en todos los ámbitos, una isla de fe en la que podamos pensar y decir libremente; donde nunca más se nos censuren las creencias, donde comulguemos con nuestros ideales y seamos consecuentes con ello.