El reconocido diplomático, economista y político venezolano Diego Arria está seguro de que el castrochavismo es una amenaza para la seguridad Nacional de los Estados Unidos y que la forma de eliminarla es, primero, erradicar del país al régimen cubano.
“Si nosotros no erradicamos el castrochavismo de Venezuela, nunca tendremos un país, nunca tendremos estabilidad. En el fondo la independencia nuestra, irónicamente, va a ser en lo que las Naciones Unidas llaman de una potencia ocupante. La potencia ocupante de Venezuela es Cuba”, dijo en exclusiva con Radio Televisión Martí.
Para Arria, autor del libro Venezuela: La hora de la verdad, su país cayó en la trampa del sistema castrochavista por “la entrega” del fallecido Hugo Chávez, quien “le regaló Venezuela a Fidel Castro”.
“Yo creo que la única manera en el fondo de liberar a Venezuela es salir de Cuba, del régimen cubano”, enfatizó Arria, para quien la reconstrucción de la nación suramericana será un largo y complicado proceso: “Va a tomar mucho tiempo, va ser muy cruento, va a ser muy doloroso”, advirtió quien en 1979 fundara El diario de Caracas.
“Imagínate lo que significa, por ejemplo, quitarnos de encima a los 20 ó 30 mil cubanos que tenemos en Venezuela, que dominan la parte militar, de inteligencia, hasta los castigos que les hacen a los venezolanos. Cómo vamos a sacar los chinos, a los rusos, al FARC (…). Es un esfuerzo monumental que requerirá que haya una apertura política y no sea una partidocracia. Parte de la desgracia, para mí, hoy de Venezuela, es que la partidocracia sigue imponiéndose sobre la verdadera democracia. Y así no podemos seguir adelante”, aseveró el intelectual que entre 1965 y 1968 dirigiera el Banco Interamericano de Desarrollo.
Actualmente Arria impulsa una campaña en UN Watch que busca la salida de la representación del régimen de Nicolás Maduro del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. La iniciativa, cuya meta es alcanzar 150 mil firmas, ya ha sido rubricada por casi 100 mil personas, entre ellas varias personalidades y líderes políticos como el Secretario General de la Organización de los Estados Americanos, OEA, Luis Almagro y la embajadora Nikki Haley.
En reconocimiento a su pericia diplomática se nombró la “Fórmula Arria”, el exitoso método basado en el proceso de consultas informales puesto en práctica mientras presidía el Consejo de Seguridad de la ONU, institución de la que fuera Secretario General Adjunto y consejero especial de Kofi Annan.
En abril de 1993 Arria integró la misión de la ONU que intervino en Bosnia y Herzegovina (parte de la antigua Yugoslavia) impulsada por el genocidio de Srebrenica, donde 8 mil personas fueron asesinadas. Sobre si una intervención humanitaria traería algún cambio y sería beneficiosa para el pueblo venezolano, Arria respondió:
“Las intervenciones humanitarias son armadas. Detrás de los camiones nuestros de las Naciones Unidas venían los soldados de las Fuerzas de Paz de las Naciones Unidas. O sea, cuando uno le habla ‘humanitaria’ es un poco suavizando el tema. Es una intervención. Que tiene fines humanitarios, todas las intervenciones tienen una finalidad humanitaria. Lo que pasa que, en el caso nuestro, la dimensión de la tragedia nuestra, es de tal género, donde no hay medicinas, alimentos, que tal vez sería la intervención más humanitaria que yo haya podido ver”.
Desde 2017, junto a otros dos importantes opositores al castrochavismo, el alcalde Antonio Ledezma y la diputada María Corina Machado, Arria integra la plataforma ciudadana Soy Venezuela.
El líder político señaló que en Venezuela “hay muchos dirigentes políticos y pocos líderes. Y hace falta, yo diría, un liderazgo que inspire a la sociedad, y que la oriente, que la haga reflexionar realmente sobre cuáles son las limitaciones que tiene seguir embarcando en un pleito del pasado, en vez de entender cuál es el desafío que está por delante, que es refundar una República, que va a ser muy complicada”.
En entrevista con la periodista Karen Caballero, Arria subrayó que el proceso que enfrenta Venezuela para lograr un cambio democrático “es una liberación”.
“Nosotros estamos peleando una segunda independencia mucho más compleja. Cuando los españoles estuvieron en Venezuela, eran 20 mil. Solamente cubanos tenemos 20 mil nosotros. Entonces la lucha nuestra es monumental. Yo creo que mientras los Estados Unidos no entiendan que su interés nacional sí está afectado, porque perder a Venezuela con Colombia son 90 millones, nosotros somos la entrada a Suramérica, y ahora creemos que Cuba tiene sus ojos montados sobre Bogotá, como los ha tenido por todo el tiempo sobre Venezuela, es de una altísima peligrosidad. Ojalá que el presidente Trump, que ha sido el único presidente norteamericano que realmente se ha comprometido con nosotros, esa es la verdad, entienda esa parte: que sí está en juego el interés nacional de los EE.UU.”, concluyó el exministro, gobernador y diputado venezolano.
La entrevista completa puede verse en el programa Entre vistos, producido especialmente para las plataformas digitales de Radio y Televisión Martí.