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La Casa Blanca ofreció un avance de la directiva de Trump sobre Cuba


El presidente estadounidense, Donald Trump.
El presidente estadounidense, Donald Trump.

Funcionarios del Ejecutivo estadounidense hablaron con la prensa sobre la Directiva de Política Presidencial, que aborda temas como normalización de relaciones, transacciones con los militares, viajes a la isla, sanciones a más funcionarios cubanos y otros.

La Casa Blanca ofreció el jueves una rueda de prensa telefónica en la que funcionarios que pidieron no ser identificados expusieron los puntos principales de la Directiva de Política Presidencial que centra el anuncio del presidente Donald Trump este viernes en Miami acerca de su política hacia Cuba.

"La política de mi administración estará guiada por los intereses de seguridad nacional de Estados Unidos claves y la solidaridad con el pueblo cubano", dice el documento de cinco puntos y ocho páginas.

"Voy a tratar de promover un país estable, próspero, y libre para el pueblo cubano. A tal fin, debemos asegurar que los fondos estadounidenses no se canalicen hacia un régimen que no ha cumplido con los requisitos más básicos de una sociedad libre y justa", agregó el presidente.

A continuación un resumen de los puntos fundamentales abordados en la rueda de prensa

Normalización de relaciones

El presidente Trump no seguirá progresando en el proceso de normalización de relaciones con Cuba y ha decidido "empezar el proceso de dejar claro al régimen (de Raúl Castro) que hay hitos muy específicos que van a tener que cumplir si quieren continuar con este tipo de relación", dijo una alta funcionaria de la Casa Blanca.

Esos hitos incluyen la celebración de "elecciones libres" y la "liberación de prisioneros políticos", añadió la fuente.

El mandatario no planea romper las relaciones ni deshacer los mecanismos diplomáticos que estableció su predecesor, Barack Obama, pero tampoco planea profundizar en el proceso de normalización si el Gobierno cubano no está dispuesto a hacer concesiones en esos temas, según la funcionaria.

Decenas de personas hacen fila para la entrada a la entrevista en la embajada de Estados Unidos
Decenas de personas hacen fila para la entrada a la entrevista en la embajada de Estados Unidos

Embajada y relaciones diplomáticas

Trump no cerrará la Embajada de los Estados Unidos en La Habana ni romperá las relaciones diplomáticas restablecidas en 2015, tras más de cinco décadas de hostilidades, según los funcionarios. La sede diplomática continuará operando normalmente y se autorizarán las transacciones para su pleno funcionamiento.

Transacciones con los militares cubanos

Altos funcionarios de la Casa Blanca que informaron a la prensa sobre el anuncio dijeron que el acercamiento durante el gobierno de Obama había enriquecido al ejército cubano, al tiempo que se registraba un aumento de la represión en la isla.

"Vamos a tener una serie de reformas que harían muy difícil a quien sea el sucesor de Raúl (Castro) seguir implementando este tipo de Estado policial represivo, que está alimentado por las compañías controladas por el Ejército", afirmó la funcionaria.

Por tanto, Trump pedirá este viernes a los Departamentos del Tesoro y de Comercio que "desarrollen regulaciones para prohibir las transacciones (estadounidenses) con los servicios militares, de inteligencia y de seguridad" de Cuba, explicó otro funcionario. A ese efecto se publicará una lista de las entidades vetadas en lel sitio de Internet del Departamento del Tesoro.

Pero habrá excepciones a esa prohibición, entre ellas las que se refieran a "operaciones por mar y aire", lo que protegerá a las aerolíneas y cruceros que llevan estadounidenses a Cuba.

Según un funcionario de la Casa Blanca, el Gobierno no pretende "interrumpir" los acuerdos de negocios existentes, como el que alcanzó durante la administración de Obama la firma Starwood Hotels, filial de Marriott International Inc, para administrar hoteles de La Habana propiedad del grupo militar-empresarial Gaviota.

Transacciones financieras autorizadas

Seguirán siendo permitidos los gastos relacionados con las operaciones del gobierno de Estados Unidos en la isla, como la Base Naval de la Bahía de Guantánamo y la Misión diplomática, los vinculados a los programas de promoción de la democracia en Cuba, la expansión de la internet y las telecomunicaciones, así como ciertas transacciones en aeropuertos y puertos en conexión con los viajes y el comercio, tales como las tarifas de estadía y aterrizaje.

La compra de visados cubanos también será permitida a aquellos autorizados a viajar a Cuba. Y se mantiene la aprobación a las transacciones relacionadas con la venta de productos agrícolas, medicinas y equipos médicos, excepciones al embargo convertidas en ley por el Congreso.

Remesas y viajes familiares

No serán afectados los viajes familiares y las remesas que envían a la isla los cubanos residentes en Estados Unidos (los límites fueron eliminados totalmente en ambos casos por el gobierno anterior de Barack Obama).

Viajes de estadounidenses a Cuba

Se asignará al gobierno federal la complicada labor de regular los viajes de estadounidenses a Cuba para asegurarse de que no se realicen transacciones con el conglomerado vinculado a las Fuerzas Armadas que controla gran parte de la economía cubana en divisas.

Según precisó en su cuenta de Twitter el Senador Marco Rubio, individuos estadounidenses aún podrán viajar a Cuba bajo la categoría de Apoyo al pueblo cubano, pero deberán hospedarse en alojamientos de propiedad privada como (los promovidos por) AirBnB.

Será permitido pagar por bienes y servicios de los pequeños empresarios independientes, conocidos como "cuentapropistas", que a menudo administran restaurantes y hostales habilitados en sus hogares.

Trump también buscará "asegurarse de que se aplica estrictamente la prohibición legal" a los estadounidenses de hacer turismo en Cuba.

Los estadounidenses aún podrán hacer ese tipo de viajes en grupo, bajo las categorías autorizadas, asegurándose de hacerlo conforme a una lista detallada de actividades que "incrementen los contactos con el pueblo cubano y el apoyo a la sociedad civil en Cuba, o promuevan la independencia del pueblo cubano de las autoridades". Las visitas deben dar lugar a una interacción significativa entre los viajeros y los cubanos.

Los visitantes deberán conservar un registro detallado de todas sus transacciones financieras en la isla durante cinco años para ponerlo a disposición del Departamento del Tesoro si éste así lo solicitara. En ese sentido el presidente pedirá al secretario del Tesoro auditar regularmente los viajes de estadounidenses a Cuba.

El permiso para viajar individualmente no se extinguirá hasta que la tesorería emita regulaciones claras sobre el tema.

No se reimpondrán límites a la cantidad de ron, habanos y otros bienes cubanos que los estadounidenses pueden traer de regreso de la isla para su consumo o uso personal, dijo un funcionario de la Casa Blanca.

Sanciones a funcionarios se extienden hacia abajo

La nueva política amplía significativamente las categorías de funcionarios cubanos sujetos a ciertas sanciones por parte de EE.UU., tales como negarles visas o prohibirles tener una cuenta bancaria en EE.UU. Si anteriormente sólo se contemplaba a altos cargos del Partido y el Gobierno y oficiales militares de alto rango, ahora se extiende a ministros y viceministros, los principales dirigentes de todos los ministerios y organismos estatales, los principales dirigentes de la Central de Trabajadores de Cuba controlada por el PCC, empleados del Ministerio del Interior y el Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, miembros y empleados de la Asamblea Nacional del Poder Popular (así como los miembros de cualquier asamblea provincial), editores de medios de comunicación estatales, y jueces y empleados del Tribunal Supremo.

Pies secos-pies mojados

No se restablecerá la política de pies secos y pies mojados, establecida por el gobierno de Bill Clinton en 1995 y derogada en enero pasado por Barack Obama. La política permitía permanecer en Estados Unidos a cubanos sin documentos legales que tocaran territorio estadounidense (pies secos) y ordenaba repatriar a los interceptados en el mar (pies mojados).

Telecomunicaciones e Internet

El Departamento de Estado deberá coordinar un grupo de trabajo en el que participarán la Oficina de Trasmisiones a Cuba (OCB), y organizaciones privadas y no gubernamentales “a fin de examinar los retos tecnológicos y oportunidades para expandir el acceso a Internet en la isla”. Las transacciones financieras también se permitirán en este campo y en el de las telecomunicaciones.

Programas pro democracia

Se requerirá al Secretario de Estado y al director de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) que revisen todos los programas estadounidenses de promoción de la democracia en Cuba a fin de asegurar que cumplen con las leyes federales. (El presidente no incluyó en su proyecto de presupuesto 2017-2018 unos $20 millones que se asignaban a la isla cada año a través de la USAID para ayuda a presos políticos y familiares, cursos de entrenamiento y difusión de información)

Fugitivos de EE.UU. refugiados en Cuba

Se requerirá al Departamento de Justicia entregar en un plazo de 90 días un informe al Presidente sobre los fugitivos de la justicia estadounidense refugiados en Cuba

Entrada en vigor

La directiva instruye al Secretario del Tesoro consultar con el Departamento de Comercio para promulgar las nuevas reglas 90 días después del anuncio de este viernes.

(Redactado por Rolando Cartaya con información de agencias, The Miami Herald, El Nuevo Herald y Político)

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