La criminalidad en Cuba se incrementó en más de un 50% en 2024 respecto al año anterior, revela un estudio del Observatorio Cubano de Auditoría Ciudadana (OCAC), una iniciativa del laboratorio de ideas Cuba Siglo 21.
En 2024 la organización documentó un total de 1.317 delitos, —un promedio de 3,6 diarios—. La cifra representa un aumento del 50,72%.
"Cuba se ha convertido en un estado mafioso, pero el verdadero crimen organizado a gran escala no son estos grupos, no son estos delincuentes menores", dijo a Martí Noticias el académico Juan Antonio Blanco, presidente de Cuba Siglo XXI, laboratorio de ideas no gubernamental registrado en España y EEUU con una red de colaboradores en la isla.
El experto responsabiliza al conglomerado de los militares GAESA y a la oligarquía que "se han apropiado" de la mayor parte del país y "asfixian el desarrollo de todos los programas sociales, económicos y los servicios públicos".
La organización advierte que los datos recogidos en el informe "representan solo la punta del iceberg" de una realidad aún más compleja, dada la falta de transparencia gubernamental en la divulgación de estadísticas oficiales.
"Los números obtenidos por el monitoreo de OCAC no representan los delitos cometidos, sino los reportados, por tanto, los datos que se presentan son solamente la punta del iceberg de una situación muy mayor y perturbadora. Sin embargo, el valor intrínseco que tienen estos reportes es el análisis comparativo de tendencias", detalla el documento.
Para Blanco, "una cosa que tiene aterrorizada la población es la tipología de los crímenes, son delitos violentos, delitos atroces", destacó el investigador y señaló cómo algunos de los asesinatos registrados se cometieron "por llevarle una cadena o un objeto de menor valor" a la víctima.
La criminalidad experimentó un crecimiento en los robos del 232%; en las agresiones del 97,1% y en otros delitos del 273,3%. Las provincias más afectadas fueron Matanzas, Santiago de Cuba, La Habana y Holguín.
"Para Cuba esto es un fenómeno totalmente nuevo", comentó Blanco.
El documennto, hecho público este lunes, concluye que "los datos analizados evidencian una realidad innegable: la criminalidad en Cuba continúa en ascenso, mientras que la respuesta del gobierno se basa en la opacidad y la manipulación informativa".
"Lejos de abordar las causas estructurales que generan el incremento de los delitos, las autoridades han optado por minimizar el problema y proyectar una falsa imagen de control que contrasta con la experiencia cotidiana de los ciudadanos y visitantes extranjeros", agrega.
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