Una doctora expulsada de las llamadas misiones médicas por cuestionar las prácticas de explotación laboral del régimen cubano explicó en una conferencia el martes, en Washington D.C, que estas brigadas, a las que se unió “puramente por razones económicas”, no tienen nada de solidarias, como argumenta La Habana.
“Llega un momento en la vida después de 20 años de médico, con dos especialidades... Mi esposo y yo nos vimos en la incapacidad de sostener a nuestros hijos, de alimentarlos, de vestirlos”, contó en entrevista con Martí Noticias la doctora Aleida Hernández Lara.
El Centro Adam Smith para la Libertad Económica de la Universidad Internacional de la Florida (FIU) organizó el evento para abordar el tema de las misiones médicas cubanas y los esfuerzos contra el tráfico de personas de Estados Unidos.
Hernández Lara explicó que sólo fue parte de la brigada médica por 3 meses. Fue expulsada por cuestionar el hecho de que a los médicos se les quitaba la mitad del salario y se les retenían sus pasaportes y documentos.
Hernández Lara expresó que “la experiencia en una brigada médica es una experiencia traumatizante”, añadiendo que “no tiene nada de humanitario, no tiene nada de solidario”.
“El país donde yo cumplí misión no necesita ninguna solidaridad médica. La isla está llena de profesionales, muchos de ellos estudiaron en Cuba, no hay una necesidad real. Esto no es más que un gobierno haciendo negocio con su fuerza de trabajo, y otro gobierno que recibe esa fuerza laboral como método de control sobre los salarios que le va a pagar a sus propios nacionales. ¿Para qué pagar el doble si pueden pagar la mitad a un profesional cubano?”, declaró la doctora.
Con ella coincidió, la directora ejecutiva de Archivo Cuba, Maria Werlau, quien rechazó el argumento de que las brigadas sirven en países donde se les necesita.
“Esto es esclavitud. No se puede tolerar, porque el argumento es que están sirviendo a poblaciones pobres que no tenían médicos. En algunos casos es cierto, no sé en cuánto porque hay muchos casos donde no es cierto y tenemos la prueba. La esclavitud se terminó. Entonces, tiene que haber otras maneras. Si necesitan los médicos, que los contraten directamente, sin intermediación del régimen cubano”, dijo Werlau en conversación con Martí Noticias.
Sobre las medidas que ha tomado la administración del presidente Donald Trump de imponer restricciones de visa a funcionarios de algunos gobiernos por su vínculo con el esquema de trabajo forzado del régimen de Cuba, Werlau dijo que “es puramente el comienzo y deberíamos hacer mucho más”.
“Deberíamos exigir que esos contratos se hagan públicos (...), que todo eso se destape. Yo creo que el gobierno de Estados Unidos debe condicionar la ayuda humanitaria a cualquier gobierno o estado que esté participando de la trata”, opinó.
En la conferencia sobre las brigadas médicas cubanas, la asesora principal de Seguridad Nacional en la Cámara de Representantes, Mary Vigil, recordó que en el Informe sobre Tráfico de Personas que prepara anualmente el Departamento de Estado norteamericano, Cuba lleva años en el nivel 3, el más bajo.
Vigil mencionó que una de las cuestiones que “están tratando de impulsar” es que “cualquiera de estas naciones extranjeras que sean anfitrionas o que tengan acuerdos bilaterales con Cuba para proporcionar profesionales médicos a su población, también deberían ser consideradas para la trata de personas patrocinada por el Estado, y ser consideradas para la clasificación de nivel 3 en el futuro”.
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