Las autoridades de La Habana consideraban este viernes la implementación de medidas más rigurosas para frenar la propagación del coronavirus en la capital cubana, donde el número de contagios crece por día, mientras los turistas siguen arribando a la isla, que desde mediados de noviembre busca revitalizar ese sector económico, paralizado durante meses.
En la capital cubana, que ha vuelto a ser el epicentro de la pandemia, se reportaron en la jornada 91 nuevos casos de COVID-19, mientras el país volvió a romper el récord de contagios diarios con 344, para un total de 13,823.
"De los 275 casos autóctonos del día, 168 (61%) están vinculados con viajeros internacionales, acumulando 2,160 que representa el 61.9% del total de casos autóctonos desde el 15 de noviembre", detalló en su reporte el Ministerio de Salud Pública (MINSAP).
En una reunión del Consejo de Defensa Provincial realizada el jueves, el director de Salud en el territorio, Carlos Alberto Martínez, propuso "desconcentrar puntos de venta de productos para evitar conglomerado de personas", "reducir las actividades públicas", mantener las "restricciones en bares y restaurantes", y en la "realización de fiestas particulares", en un intento de reducir las posibilidades de contagio.
El funcionario dijo, además, que se prevé retomar la pesquisa con los estudiantes de medicina para "la búsqueda inmediata de sospechosos", reportó el diario estatal Tribuna de La Habana.
Los capitalinos llevaban semanas llamando la atención sobre la necesidad de implementar estas medidas más estrictas. Las autoridades, por su parte, señalan a los cubanos residentes en el exterior que visitan a sus familiares como la principal fuente de infección.
Mientras, la presencia de turistas ya se nota en las calles de La Habana Vieja, reportó la agencia de noticias Reuters.
Según Luis Enrique González, quien administra un restaurante privado en la Habana Vieja, comienzan a aparecer "algunos europeos, canadienses y otros latinoamericanos", aunque, aclara Reuters, "unos pocos hoteles están abiertos y la mayoría de las habitaciones rentadas con desayunos, vacías".
"Quería venir a algún lugar cálido e investigamos Cuba, la pandemia, y me pareció bueno, todos los arreglos que hicieron. Me pareció una buena idea venir a Cuba. Muchos lugares cerraron o tienen muchos casos. En internet dice que Cuba es muy segura", señaló un turista inglés entrevistado por la agencia de noticias.
El guía de turismo Carlos Díaz dijo a Reuters que aunque algunos aeropuertos "están cerrando por algunos problemas", a la isla "están llegando europeos". Añadió que en este momento trabaja "con 38 alemanes", siguiendo las medidas sanitarias.
La mayoría de los visitantes, entre los 1.000 que ingresan diariamente al país, según datos odiciales, va a los complejos turísticos, donde las medidas de control parecen surtir efecto, pero no se descarta que se desplacen a las ciudades en busca de otras atracciones, incluida la capital.
"Tras algunos días en centros turísticos, los viajeros ahora realizan excursiones en grupos a La Habana e incluso se alojan en pensiones sin restricciones adicionales", señaló Reuters.
Como requisito de entrada al país, los viajeros son examinados en el aeropuerto y en los cinco días porteriores a su llegada, con excepción de quienes se hospeden en un hotel bajo supervisión de un equipo médico, pero a partir del 10 de enero se les exigirá a todos una prueba PCR negativa realizada en las 72 horas previas a su arribo al país.