El ministro de Exteriores de Rusia, Sergéi Lavrov, dijo que Rusia enfrenta una guerra total declarada por Occidente.
Durante una reunión el viernes, Lavrov declaró: "se nos ha declarado una verdadera guerra híbrida, una guerra total" y añadió que su objetivo era "destruir, romper, aniquilar y estrangular a la economía rusa y a Rusia como conjunto".
Durante el primer mes de lo que el Kremlin describe como una "operación militar especial" en Ucrania, Occidente impuso duras sanciones contra la economía y el sistema financiero del país, además de contra su presidente, Vladimir Putin, y los oligarcas rusos.
Pero a pesar de eso, Rusia no está aislada, aseguró Lavrov.
"Tenemos muchos amigos, aliados y socios en el mundo, un gran número de asociaciones en las que Rusia trabaja con países de todos los continentes, y seguiremos haciéndolo", apuntó Lavrov, quien añadió que la gran mayoría de los estados no se sumarán a las sanciones occidentales contra Moscú.
Por otra parte, el gobierno de la ciudad ucraniana de Mariúpol aseguró que 300 personas fallecieron en el ataque de la aviación rusa contra un teatro que se utilizaba como refugio antibombas el pasado 16 de marzo.
La publicación del viernes en el canal del ayuntamiento en la app de mensajería Telegram citó a testigos oculares para ofrecer un conteo de "alrededor de 300" víctimas mortales. No estuvo claro de inmediato si los equipos de emergencias habían terminado de las excavaciones en el sitio ni cómo los testigos llegaron al horrible dato.
En el momento del ataque, en el exterior del teatro estaba escrita la palabra "NIÑOS" en ruso, a un tamaño visible desde el cielo.
Poco después del incidente, Ludmyla Denisova, comisionada de derechos humanos del Parlamento de Ucrania, dijo que en el edificio se refugiaban más de 1.300 personas.
Alrededor de la mitad de la población de Járkiv, una ciudad del este de Ucrania, ha huido y la comida y otros artículos de primera necesidad se están agotando para los que se quedaron. Ante un edificio residencial, una fila de vecinos esperaba la ayuda de Cruz Roja.
"Entre los que se quedaron, hay gente que puede caminar por sí misma, pero muchos otros no pueden, los ancianos", afirmó Hanna Spitsyna, quien distribuía alimentos con el sonido de las explosiones a sus espaldas.
Járkiv está bajo asedio de las fuerzas rusas desde el inicio de la invasión y los incesantes ataques de artillería han obligado a los residentes a dormir en estaciones de metro y sótanos.
El gobierno de Ucrania dijo que un ataque sobre un grupo de personas que esperaban para recibir ayuda mató a seis personas en la ciudad el jueves. Esta afirmación no se pudo verificar de inmediato.