Muchas de las reacciones al mensaje de Mariela Castro Espín de que la Virgen de la Caridad ha protegido a Fidel Castro y a la revolución cubana y no acepta ofrendas “de mercenarios ni traidores” recuerdan que en Cuba la devoción religiosa era un estigma por mandato político.
“Años atrás estaba prohibido Oshún, usted no podía ser del partido, ¿recuerda?”, escribió en Twitter dirigiéndose a Castro Espín la periodista independiente Iliana Hernández. “Tenías que ir a consultarte por la madrugada, hipócritas”.
A algunos les parece tan descabellada que se preguntan incluso si no será un chiste, o que se trata de una cuenta falsa o hackeada. “Tuve que entrar a tu perfil para comprobar que no era un trolleo”, dice alguien con la firma CubAnonymous.
No faltan quienes relatan experiencias personales, como Y. Núñez.
“Yo tenía que entrar a mi Iglesia escondida sábado tras sábado para que no me fuera a ‘afectar en mi escuela’, porque tu familia después de haberse criado entre ellos, pues los prohibieron y los expulsaron del país”, escribe.
Alguien que firma Paloma Blanca apunta que, hasta los años 90, “ustedes prohibieron ser comunista y religioso”, y cita un análisis del tema: “La asociación entre religión y contrarrevolución persistió un tiempo; se cerraron las instituciones educativas confesionales y la educación marxista eliminó el catolicismo y el sincretismo afro-cubano del plano formal”.
Más de uno acusa a la directora del CENESEX y a Fidel y Raúl Castro de no haber sido nunca genuinos devotos de la Virgen y de haber usado la religión para discriminar a los cubanos.
“Juegas con la fe de los verdaderos creyentes, ni tú ni tu papá y menos tu tío creyeron en la Virgen”, le dice Juan Carlos Borges. “Deberías tener miedo, los santos ni olvidan ni perdonan, los discriminados por su religión saben la verdad”.
El líder de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), José Daniel Ferrer, fue uno de los que expresó en Twitter su opinión sobre el mensaje de Mariela Castro Espín.
“Mariela quiere competir con lo de la ‘limonada’ de Díaz-Canel”, comentó Ferrer. “Ahora quiere convertir a la Virgen de la Caridad del Cobre y a Oshún en miembros del Comité Central del PCC. ¿Hasta cuándo van a decir estupideces y hacer el ridículo?”
Otros, con un mensaje muy escueto, publican documentos que hablan por si solos de la represión contra instituciones religiosas como la Iglesia Católica. Es el caso de Lennier López, quien solo escribe “No olvidamos” y reproduce una primera plana del periódico Prensa Libre en 1961 donde puede leerse: “Expulsan de Cuba a 136 sacerdotes”.
Alex (@alexhav90) también subraya la manipulación con fines políticos de una figura religiosa que es patrimonio de todos.
“No sabía que Oshún ahora tomaba partido en la política”, escribe. “Por favor, usar a la patrona de Cuba por la sensibilidad que ésta despierta en toda la población con fines políticos es por demás asqueroso. Venga del bando que venga”.
Incluso, algún que otro comentario parafrasea consignas revolucionarias acuñadas por Fidel Castro. Lo hace Carmen Fernández al hablar de la familia del dictador: “Esta plataforma es un medidor del apoyo que tienen ustedes […], que se adueñaron de Cuba y ahora lo quieren hacer de su religión, solo te apoyan cuentas oficialistas, a ustedes ni los queremos, ni los necesitamos”.
Es decir que ahora Oshún, al igual que las calles, es solamente para los revolucionarios, escribe a su vez alguien bajo la firma Just Francis.
“Creo que entre Canel que les habla a los muertos y tú que politizas el panteón yoruba podrían montar un negocio, no sé, piénsalo...”, dice. “Ustedes cada día me sorprenden más con sus estupideces”.
Tampoco faltan comentarios a la idea planteada por la directora del CENESEX de que Fidel Castro tuvo protección divina.
“Bueno, Fidel y Raúl nunca se arriesgaron mucho”, escribe Jorge Luis Díaz. “Tu padre, un general sin batallas, y tu tío ni participó en el ataque al cuartel Moncada. Los dos se crearon uno de los cuerpos de seguridad personal más grandes del mundo. O no eran muy devotos o le ahorraron el trabajo a la Virgen”.
