Senadores y congresistas republicanos y demócratas volvieron a presentar esta semana un proyecto de ley para prohibir que las cortes y agencias federales de Estados Unidos reconozcan cualquier afirmación de derechos por parte de una persona sobre una marca comercial relacionada a un negocio o bienes ilegalmente confiscados en Cuba después de 1959, si el propietario original no autorizó el uso de la misma, informó un comunicado de la oficina del senador cubanoamericano Bob Menéndez (Demócrata-Nueva Jersey) .
Los senadores Menéndez y Marco Rubio (Republicano-Florida), junto a los congresistas Darrell Issa (Republicano-California) y Debbie Wasserman Schultz (Demócrata-Florida) subrayaron en un parte de prensa difundido el jueves que la legislación bicameral y bipartidista "protegería los intereses y derechos de los empresarios que tuvieron bienes confiscados por el régimen castrista, a menos que se demuestre que hubo un consentimiento claro otorgado por el propietario original de la marca comercial".
El texto del proyecto "Prohibición de Marcas Registradas Robadas", apoyado por los senadores Catherine Cortez Masto (D-Nev.), Mike Braun (R-Ind.), Thom Tillis (R-N.C.), Roger Marshall (R-Kan.), Mazie Hirono (D-Hawaii), y Todd Young (R-Ind.), no menciona a Cuba directamente.
Sin embargo, en el comunicado los legisladores se refieren a la aplicación que tendría en el caso de las propiedades confiscadas por el régimen cubano.
“Cualquier confiscación o incautación de bienes por parte del régimen cubano es y será siempre un acto criminal que no debe ser recompensado por el gobierno de Estados Unidos”, dijo el senador cubanoamericano Bob Menéndez, Presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado y Miembro de Alto Rango del Comité de Finanzas.
“Esta legislación codificaría en ley la política estadounidense de larga data de apoyar a los propietarios legítimos de bienes robados, garantizando que el gobierno federal y las cortes estadounidenses sólo reconozcan los derechos de aquellos cuyas marcas fueron tomadas ilegalmente por el gobierno castrista sin el debido consentimiento”, agregó Menéndez.
Por su parte, el senador cubanoamericano Marco Rubio, Miembro del Más Alto Rango del Subcomité de Relaciones Exteriores para el Hemisferio Occidental, aseguró que cuentan con apoyo bipartidista "para proteger a los estadounidenses a los que el régimen cubano les robó propiedades."
"Por años, la dictadura cubana se ha beneficiado de la confiscación de bienes, dijo Rubio.
"Debemos asegurarnos de que las agencias federales y los tribunales de EEUU no reconozcan, ni validen, ningún derecho de marca registrada que el régimen cubano haya robado ilegalmente a los propietarios legítimos”, afirmó el senador por la Florida.
Para el congresista Darrell Issa esta legislación "se trata de algo más que una circunstancia. Es la corrección de un error histórico y un claro reconocimiento del valor inherente de la propiedad intelectual y de la propiedad inviolable de las ideas y creaciones de cada cual."
"Esta legislación hace una corrección técnica a nuestra ley y asegurará que las protecciones de nuestras leyes se apliquen a todos los que reclaman derechos estadounidenses sobre marcas cubanas confiscadas - independientemente de su nacionalidad", expresó el republicano de California.
Entretanto, la congresista demócrata Wasseman Schultz enfatizó en la importancia de proteger los negocios y empresas en Estados Unidos "que han sido víctimas de robo de propiedad intelectual y fraude, especialmente a manos de gobiernos extranjeros adversarios".
“Esta legislación prohíbe a las cortes estadounidenses y a las agencias de la rama ejecutiva validar una afirmación de derechos de una marca comercial registrada en conexión con un negocio o activos confiscados por el gobierno cubano", agregó la representante de la Florida.
"Espero que mis colegas de ambos partidos se unan a nosotros para reafirmar que Estados Unidos no tolerará que las marcas comerciales se tomen como rehenes", indicó Wasseman Schultz.
Este proyecto de ley prohíbe el uso de una marca comercial cuando la misma, u otra sustancialmente similar, en relación a un negocio o bienes estadounidenses que hayan sido ilegalmente confiscados por el régimen cubano.
Los legisladores recuerdan el caso de un fabricante de ron cubano, Cuba Ron, quien en el año 1994 solicitó y recibió una marca comercial estadounidense con el nombre “Havana Club”, llamada así por un club confiscado porel régimen de Fidel Castro en 1959.
"Alrededor del mismo tiempo que Cuba Ron presentó su solicitud, Bacardí, uno de los mayores productores de licores del mundo, con sede en Puerto Rico, les compró la marca comercial y la receta a los descendientes del fundador original de Havana Club. Bajo esta legislación, Cuba Ron y su socio comercial, Pernod Ricard, tendrían prohibido usar los derechos relacionados con Havana Club, ya que el gobierno cubano lo había confiscado ilegalmente", explicaron.
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