El periodista independiente cubano Roberto de Jesús Quiñones Haces fue liberado la mañana del viernes al cabo de un año en la cárcel, y al mediodía concedió una entrevista a Radio Martí.
“Ellos lo que quieren es que yo claudique, y les dije bien claro que conmigo no camina el chantaje, pero yo no voy a ceder ni un ápice en mis derechos civiles y voy a seguir haciendo lo que crea que tengo que hacer”, le dijo al periodista Tomás Cardoso.
“Espiritualmente me siento muy bien; físicamente estoy un poco deteriorado, porque he perdido casi 30, 31 libras de peso”, manifestó. “Ha sido un bajón de peso extremo por las condiciones de la prisión, la comida, que no siempre es bien elaborada y no es de buena calidad”.
Quiñones Haces, de 63 años, fue arrestado en abril de 2019 mientras realizaba una cobertura periodística para el sitio digital independiente CubaNet sobre el juicio a un matrimonio de pastores finalmente condenados por querer educar a sus hijos en el hogar.
Estuvo cinco días detenido y lo multaron por "desobediencia" y "resistencia". Luego de negarse a pagar la multa, fue condenado el 7 de agosto a un año de trabajo correccional con internamiento por los mismos cargos, y desde el 11 de septiembre de 2019 hasta hoy estuvo en la Prisión Provincial de Guantánamo.
En la entrevista al mediodía del viernes con Radio Martí, contó que, después de muchos años de haberlo pedido, le propusieron que trabajara como asesor jurídico. “Ahora se aparecen con esa generosidad, les dije que era demasiado tarde”, declaró.
Voy a seguir escribiendo, y le dije hoy al mayor que trató de chantajearme que van a tener que matarme si quieren que deje de ser congruente conmigo mismo, "yo estoy preparado para todo", aseguró al preguntársele si seguiría dedicado al periodismo.
Cumplió su condena completamente, y siempre mantuvo la postura de no aceptar nada de sus carceleros. Sin embargo, legalmente el sistema penitenciario estaba obligado a hacerle en diciembre, como habían hecho en abril, el análisis para la “progresión al régimen de mínima severidad”, y no lo hicieron, dijo.
“Hoy coincide que es el cumpleaños de mi esposa, así que no es que quiera ser descortés, pero quisiera a través de Radio Martí [decirles] a los hermanos que quisieron llamarme que aguanten un poquito y que lo dejen para mañana para ver si hoy puedo compartir con ella, que ha sido una de las personas que también ha sufrido mucho este cautiverio mío", declaró.
A la pregunta de Cardoso de cómo había dejado a los demás reos en la cárcel del Combinado Sur de Guantánamo, Quiñones Haces respondió que la situación en la prisión es muy deplorable.
“Las autoridades cubanas piden extremar las medidas de higiene”, explicó. “En ese Combinado en las celdas, donde viven hacinados –por ejemplo en un espacio muy reducido, que estaba yo con 11 reclusos más—, no hay desinfectante para ‘el turco’, que es un hueco que ellos tienen allí para [hacer] las necesidades de primer orden; no hay desinfectante para el área de baño, no dan una colcha de trapear, no dan un palo de escoba, no dan absolutamente nada”.
Para limpiar el tanque que abastece de agua potable solo disponen de la misma colcha usada para limpiar el piso del comedor, “donde la gente escupe, donde caen otras suciedades, y esa es la cocha que meten dentro del tanque de agua para limpiar”, algo tempranamente denunciado por él en un artículo que publicó Cubanet.
“Quiñones fue liberado hoy”, escribió en Facebook el periodista José Raúl Gallego. “Pero tuvo que cumplir un año de cárcel injusta. Un año en que el gobierno cubano hizo oídos sordos a las exigencias de una parte del gremio del periodismo independiente y de la comunidad internacional. En las fotos se puede ver el efecto de las cárceles cubanas sobre una persona. Bastante diferente a las imágenes de los cinco agentes cuando fueron liberados de sus condenas en Estados Unidos”.
El gobierno de Estados Unidos se pronunció a través del subsecretario de Estado Michael G. Kozak, cuya declaración reprodujo la Embajada estadounidense en Cuba.
“La liberación del periodista Roberto Quiñones no puede hacer pasar por alto su injusto encarcelamiento, simplemente por ejercer su profesión”, dijo Kozak en su cuenta de Twitter. “El régimen cubano utiliza cualquier excusa para silenciar a sus críticos, tratar a sus ciudadanos con crueldad, violar los derechos humanos y negar la libertad de expresión y los juicios justos”.
En su diálogo con Radio Martí, Quiñones Haces confesó no tener cómo agradecer la solidaridad que expresaron tantas personas e instituciones mientras estaba en la cárcel.
“A los medios, a Radio Martí, a Cubanet, a los medios independientes, a distintas personalidades, al gobierno norteamericano; al secretario de la OEA Luis Almagro, que también sé que se ha pronunciado; a la Unión Europea; al Vaticano, que también sé que ha intercedido por mí a través del Nuncio Apostólico; a los obispos de Cuba, especialmente al querido Monseñor Willy Pino, arzobispo de Camagüey, que fue nuestro obispo aquí en Guantánamo, y al obispo Monseñor Silvano [Herminio Pedroso], que han estado muy cercanos, y a toda la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba”, dijo.
Aseguró saber que durante el tiempo en prisión estuvo acompañado, y eso fue motivo para que se sintiera más fuerte. “Estuve restringido de movimientos, porque nunca pudieron robarme mi libertad interior”, declaró el periodista.