Los tres activistas de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) que permanecían detenidos desde el 20 de septiembre por acercarse al papa Francisco en la Plaza de la Revolución fueron puestos en libertad en la tarde del lunes, pero todavía deberán enfrentar un juicio por los supuestos delitos de desorden público, desacato y resistencia.
Aunque hubo numerosas detenciones temporales de opositores en torno a la visita del pontífice, el incidente más conocido fue protagonizado por Zaqueo Báez Guerrero, Ismael Boris Reñí y María Acón, activistas de UNPACU que se aproximaron al Papa para pedirle por los Derechos Humanos en la isla.
Báez contó a Martí Noticias cómo fue ayudado por un miembro de la escolta papal a acercarse al pontífice, lo cual le permitió hablarle de la miseria en Cuba y la represión contra las Damas de Blanco.
"Me arrodillé allí en plena calle y le dije a uno de los escoltas del Papa: "Señor, déjeme decirle al papa Francisco que esto es una dictadura" y con un español fluido me dijo: "Corre y díselo".
"Entonces, le dije al Papa: 'Señor, esto es una dictadura; Cuba está hundida en la más profunda de las miserias humanas; Raúl Castro es un mentiroso, no le crea nada, abogue por el pueblo cubano'", relató Zaqueo en una entrevista con el periodista Adriel Reyes de Radio Martí.
El activista de UNPACU asegura que el Papa le respondió lo siguiente: "Está bien, mi'jito. Muchas gracias. Ya lo sé".
Zaqueo aprovechó la entrevista radial para pedirle al Santo Padre que publique el video de este breve encuentro, pues asegura que detrás del papamóvil había un camarógrafo que captó el momento.
El activista Zaqueo Báez Guerrero, quien vive en Calabazar, Santiago de las Vegas, asegura que estando en prisión no contó con ayuda de la Iglesia Católica.
"Me sentí muy abandonado, puesto que podían haber pedido un indulto para tres activistas pro Derechos Humanos. Lo que sentí fue que, hasta donde sé, que no nos apoyaron en ningún momento. Lamento que el Papa no haya tenido en su agenda hablar con los opositores cubanos".
La televisión captó y divulgó el momento en el que efectivos de seguridad apartan a los activistas y, acto seguido, hombres de civil los detienen violentamente. Báez fue llevado a la estación policial del municipio Cerro y los demás al Vivac, en Calabazar, La Habana. Luego, fueron trasladados al Departamento de Investigaciones de la policía en 100 y Aldabó.