Los activistas que intentaron acercarse al papa Francisco en su recorrido por La Habana fueron acusados este martes de desacato, desorden público, resistencia y atentado, informaron las autoridades a los familiares de los detenidos en la cárcel de 100 y Aldabó.
Los oficiales presentes durante la visita de los familiares, según dicta el procedimiento, también les recomendaron que comenzaran las gestiones para contratar a un abogado.
"No pudimos hablar casi nada porque los oficiales casi siempre están ahí delante de nosotros", detalló la hija de María Josefa Acón Sardiñas, Rache Regaly (de 16 años), sobre el momento que compartió con su madre este martes durante la visita a la prisión.
"Pero me dijo que se mantiene sin comer y sin tomar agua", agregó Rache Regaly en declaraciones a Radio Martí.
Al igual que Acón Sardiñas, los otros tres activistas detenidos se niegan a beber o probar bocado, y los efectos de la huelga de hambre comienzan a verse en sus cuerpos, dijeron los familiares.
"Él me dijo 'no te preocupes'. Me dio fuerzas", dijo la esposa de Ismael Boris Reñi, Aymara Nieto, quien también se quejó de la presencia de un coronel y del Fiscal instructor del caso en la visita.
Jonadad Báez, hermano de Zaqueo Báez Guerrero, insistió en que el deterioro físico de su hermano es visible y pidió a la opinión pública presionar por su liberación.
"Ellos están bastante deteriorados. Yo como familia les pido que hagan lo que puedan por sacarlos de ahí", dijo.
Zaqueo Báez Guerrero, Ismael Boris Reñí, Aymara Nieto Muñoz y María Josefa Acón Sardiñas, todos actualmente bajo investigación, fueron arrestados tras acercarse al papamóvil el domingo antes del inicio de la misa en la Plaza de la Revolución José Martí. Báez logró darle un mensaje al Papa antes de ser interceptado por las autoridades.