El socialdemócrata Aécio Neves, mayor rival de la presidenta Dilma Rousseff para las elecciones de octubre próximo, condenó hoy el "alineamiento ideológico" del país, que a su juicio le ha impedido alcanzar acuerdos comerciales con otros países o bloques.
Neves, senador y abanderado presidencial del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), participó en un ciclo de diálogos con los principales candidatos organizado por la Confederación Nacional de la Industria (CNI), al que han sido invitados hoy mismo la propia Rousseff y el socialista Eduardo Campos.
El líder opositor, a quien las encuestas sitúan como el principal rival de Rousseff de cara a las elecciones del 5 de octubre, criticó en forma dura las políticas económicas de Rousseff y, en particular, lo que definió como "alineamiento ideológico" en el comercio exterior.
"Es necesaria una integración mayor de Brasil con el mundo", dijo Neves, quien aseguró que el Mercosur, bloque que el país integra con Argentina, Uruguay, Paraguay y Venezuela, ya dio "señales claras" de estancamiento.
"Sufrimos las amarras de la vinculación ideológica mientras el mundo avanza", apuntó el candidato socialdemócrata, quien aseguró que si bien no debe "romper" con el Mercosur, Brasil precisa "libertad" para establecer sus propios acuerdos comerciales.
"Es inconcebible que en los últimos años sólo se hayan firmado acuerdos con Egipto, Israel y Palestina" en el marco del Mercosur, mientras se "pierden oportunidades con la Unión Europea (UE)", que "ya negocia con Estados Unidos, Canadá y muchos otros países", dijo.
Neves enmarcó esa dificultad para establecer acuerdos en los problemas que atraviesa la economía brasileña con un escenario de bajo crecimiento y elevada inflación, el cual aseguró que puede ser alterado con una mayor inserción en el comercio internacional.
"La política externa en el mundo es negocio, no ideología", dijo Neves, quien afirmó que al "privarse" de nuevos acuerdos comerciales el país agrava sus propios problemas económicos, sus posibilidades de retomar el comercio y la propia recuperación de su industria.
También negó que, como sostiene el Gobierno de Rousseff, los actuales problemas económicos sean sólo producto de la crisis global, y sostuvo que obedecen a decisiones equivocadas.
"Sabemos del impacto de la crisis, pero lo que pasa hoy responde a opciones equivocadas. La penosa situación de la economía brasileña es obra de los gobernantes brasileños", declaró.
Hasta ahora, las encuestas de opinión mantienen como favorita a la presidenta Rousseff, quien ganaría el 5 de octubre próximo con un 40 %, frente al 22 % que obtendría Neves y el 10 % de apoyo que se le atribuye al socialista Campos.
Esos resultados llevarían a una segunda vuelta, en la que la actual mandataria sería reelegida con una votación cercana al 40 %, contra el 35 % que lograría el candidato socialdemócrata.