El secretario de Estado de EE.UU., Rex Tillerson, ha llegado a Moscú para abordar con las autoridades rusas la guerra civil en Siria, en la primera visita oficial a Rusia de un miembro del Gabinete del Presidente Donald Trump.
Tillerson fue recibido en el aeropuerto de Vnukovo por el embajador estadounidense en Rusia, John Tefft.
Rusia ha manifestado indignación por acusaciones estadounidenses de complicidad en el uso de armas químicas por parte del gobernante sirio Bashar Assad. Washington aumentó la presión el lunes cuando un alto funcionario dijo que Estados Unidos ha llegado a una conclusión preliminar respecto a que Rusia conocía por adelantado del ataque con armas químicas en Siria la semana pasada.
La visita también se produce en medio de una investigación del FBI sobre si Rusia potencialmente se alió con la campaña presidencial de Trump para influir en las elecciones estadounidenses.
Tillerson planea reunirse el miércoles con el canciller ruso Serguei Lavrov. No está claro si también se reunirá con el presidente Vladimir Putin.
En una declaración que leyó en Lucca, Italia, antes de partir hoy hacia Moscú, el responsable de la diplomacia estadounidense dijo que los depósitos y el uso de armas químicas por parte de Damasco demuestran que Rusia no cumplió sus compromisos asumidos en 2013 como principal garante de la destrucción de estas armas de destrucción masiva en el país árabe.
El Secretario de Estado también instó a Moscú a escoger entre aliarse con Siria, Irán y Hizbolá ,o realinearse con Estados Unidos, Occidente y otros países árabes que desean resolver el conflicto sirio.
Putin, por su parte, comparó hoy las acusaciones de Washington sobre un ataque químico que llevaron al bombardeo de una base aérea siria con la justificación de Estados Unidos para lanzar la segunda guerra del Golfo Pérsico en 2003
Hablando este martes después de sostener conversaciones en Moscú con el presidente italiano, Sergio Mattarella, el mandatario ruso dijo que el ataque americano con misiles de la semana pasada, tras acusaciones de que el gobierno sirio había utilizado armas químicas, matando a decenas de personas, "se asemeja mucho a los eventos de 2003", cuando Estados Unidos invadió Irak basándose en acusaciones de que el régimen de Saddam Hussein poseía armas de destrucción masiva.
En marzo de 1988, en el contexto de su guerra con Irán, Irak lanzó un comprobado ataque químico contra los kurdos del norte del país que dejó 5.000 muertos. Sin embargo, las tropas estadounidenses nunca encontraron los depósitos iraquíes de estas armas después de ganar la segunda Guerra del Golfo.
[Agencias, Dpto de Estado]