El Ayuntamiento de Los Ángeles aprobó hoy una iniciativa para sustituir la festividad municipal del Día de Colón, que se celebra el segundo lunes de octubre, por el Día de las Personas Indígenas, informaron medios locales.
La propuesta aprobada hoy llevaba la firma del concejal Mitch O'Farrell, quien en un escrito alojado este martes en su web oficial criticó los "horrores" contra la población nativa que cometieron Cristóbal Colón y las tropas que lo acompañaban cuando llegaron a América en 1492.
El concejal angelino aseguró además que en cada uno de los cuatro viajes de Colón al continente americano llevó a cabo "un sistémico y violento proceso de dominación, esclavitud y subyugación de la población indígena".
"Tal y como las estatuas que exaltan a la Confederación (por el bando sureño de la Guerra Civil estadounidense) se derrumban en el sur, así debería también (hacerlo) este símbolo de opresión y genocidio. Esta es nuestra oportunidad de oro para hacer que el segundo lunes de octubre merezca la pena ser celebrado", añadió.
Estados como Vermont y Alaska y ciudades como Seattle o Mineápolis adoptaron con anterioridad eliminar el Día de Colón de sus calendarios municipales.
No obstante, el calendario federal de Estados Unidos continúa incluyendo el Día de Colón como una festividad nacional que se celebra el segundo lunes de octubre.
La decisión adoptada por el Ayuntamiento angelino llega rodeada de cierta controversia suscitada dentro de la comunidad italoamericana de esta ciudad californiana, que liderada por el concejal Joe Buscaino pretendía proteger el Día de Colón para salvaguardar la figura del descubridor de origen italiano.
Por otro lado, en la misma corriente tercermundista y antioccidental se ha desatado la polémica por la posible remoción de una estatua de Colón en Nueva York.
Primero se anunció la remoción de los mosaicos con la bandera confederada que adornan la estación del Subway de Times Square, y ahora podría llegarle el turno a la emblemática estatua de Cristóbal Colón ubicada en el centro de la plaza de Columbus Circle, que se ha convertido en uno de los lugares turísticos por excelencia de la Gran Manzana.
Precisamente el futuro de esta estatua será analizado como parte del proyecto anunciado la semana pasado por el alcalde Bill de Blasio, quien ordenó un plan de revisión de 90 días en los que un grupo de altos funcionarios evaluarán los presuntos ‘símbolos de odio‘ de la ciudad para crear un ‘patrón universal’ que permita acabar con las disputas actuales y ensalce los valores de Nueva York.
[Agencia EFE y El Confidencial]