El Comité de Investigación de Rusia anunció este viernes que iniciará un caso criminal por el desmantelamiento de la estatua de un mariscal soviético de la Segunda Guerra Mundial en Praga, la capital de la República Checa.
Según el órgano de investigación de Rusia, la acción de los checos podría significar "profanación de símbolos de la gloria militar de Rusia", lo cual es castigado con una multa o servicio comunitario. Aunque Rusia no tiene jurisdicción legal en la República Checa, el caso simbólico podría enfriar aún más las relaciones entre los dos países.
El Ministerio de Asuntos Exteriores checo dijo que consideraba la acción del Comité de Investigación como una intromisión injustificada en los asuntos internos de la República Checa.
"Si los organismos rusos continúan con declaraciones y acciones de confrontación en este espíritu, será una señal de que han perdido el interés en desarrollar relaciones mutuamente beneficiosas entre nuestros países", puntualiza la declaración de la cancillería.
El 3 de abril, los funcionarios municipales de Praga retiraron una estatua del mariscal soviético Ivan Konev, quien dirigiera las tropas del Ejército Rojo que entraron en Praga en mayo de 1945, después de que la ciudad fuera liberada de los nazis por las fuerzas de la resistencia.
El monumento, que fue erigido por el gobierno comunista checoslovaco en 1980, ha sido durante mucho tiempo objeto de controversia y de frecuentes actos de vandalismo desde la caída del comunismo en 1989.
Konev también comandó las tropas soviéticas que suprimieron el levantamiento de Hungría en 1956 y que ayudaron a construir el Muro de Berlín. Algunos historiadores creen que también desempeñó un papel en la planificación de la invasión de Checoslovaquia, dirigida por los soviéticos en 1968. Murió en 1973.
Los funcionarios checos han dicho que la estatua de Konev será reinstalada en otro lugar y que el sitio que ocupaba, albergará un nuevo monumento en honor a los combatientes de la resistencia de Praga, los que liberaron la capital en los días anteriores a la llegada de las tropas de Konev.
Moscú ha protestado vehementemente por el traslado de la estatua.
El jueves 9 de abril, el Ministro de Defensa ruso Sergei Shoigu pidió a su homólogo checo, Lubomir Metnar, que entregara la estatua a Rusia. Metnar se negó, diciendo que pertenecía a la ciudad de Praga y los militares checos no tiene jurisdicción sobre las propiedades locales.