El jueves en la noche se llevó a cabo en Houston el tercer debate de los candidatos demócratas a la presidencia de Estados Unidos.
En sus presentaciones, la mayoría de los aspirantes recalcaron la necesidad de derrotar al presidente Trump en el 2020.
Venezuela fue uno de los temas en materia internacional. Bernie Sanders, senador de Vermont, dijo que Nicolás Maduro es un tirano atroz y que ese país tiene que celebrar elecciones libres.
Sin embargo, en respuesta a una pregunta del periodista Jorge Ramos, Sanders dijo que el sistema de gobierno en Venezuela no es un socialismo democrático.
"Canadá y Escandinavia son socialismos democráticos", dijo Sanders.
Julián Castro, exsecretario del Departamento de Vivienda, dijo que Maduro es un dictador y que Venezuela necesita elecciones.
También dijo que el gobierno de Estados Unidos debe otorgar protecciones a los migrantes venezolanos, por medio del programa TPS.
Además, opinó que hace falta un Plan Marshall para Honduras, El Salvador y Guatemala.
Las primeras declaraciones de la noche fueron sobre el programa de salud de Estados Unidos. Joe Biden desea ampliar Obamacare, el programa que busca que cada ciudadano tenga un seguro de salud. Otros candidatos apoyan Medicare for All, o sea Medicare para Todos. Medicare actualmente ofrece servicios, en la mayoría de los casos, a personas mayores de edad.
El panel del canal ABC hizo una pregunta sobre el racismo. Cory Booker dijo que crearía una oficina en la Casa Blanca para luchar contra el "racismo endémico" en el país.
En los dos debates anteriores hubo 20 candidatos, pero anoche hubo 10. Son los aspirantes que cumplieron con ciertos requisitos basados en sondeos y número de donaciones de votantes: el ex vicepresidente Joe Biden; la senadora Elizabeth Warren, el senador Bernie Sanders, la senadora Kamala Harris, el alcalde Pete Buttigieg; el excongresista Beto O'Rourke, el senador Cory Booker, el empresario Andrew Yang, el exsecretario del Departamento de Vivienda, Julián Castro y la senadora Amy Klobuchar.