Con el libro “Chavistas en el Imperio: secretos, tácticas y escándalos” el periodista Casto Ocando saca a la luz una de la realidades más ocultas de los gobernantes venezolanos: sus inversiones secretas en Estados Unidos y los negocios que han operado en este país desde la llegada de Hugo Chávez al poder.
La revolución bolivariana, que de cara al exterior manifestaba una enemistad evidente con Norteamérica, habría tenido un doble fondo en el que decenas de altos cargos, hasta 25, mantenidrían empresas e inmuebles de lujo en diversos estados, Florida principalmente.
En este extenso relato disponible en Internet a través de Amazon y Kindle, el periodista aporta cientos de historias de altos funcionarios y personas afines al chavismo, que chocarían con las manifestaciones que hizo Nicolás Maduro al llegar al poder, tal y como recoge el diario El Universal: “Quien tenga cuentas bancarias en Estados Unidos se va del Gobierno para una cárcel, si no las justifica".
Algunos de ellos fueron condenados, otros huyeron a Venezuela y algunos consiguieron llegar a un acuerdo con las autoridades y hoy han “limpiado” su expediente o residen en territorio estadounidense.
Las oficinas de los senadores Marcos Rubio y Bob Menéndez, del comité del Senado de Estados Unidos, se encontrarían además investigando una lista de personas vinculadas al gobierno de Venezuela que habrían estado implicadas en casos de corrupción o poseen propiedades o cuentas bancarias en el país. Todas ellas serían sancionadas en base a un proyecto de ley que está en trámite.
Por otro lado, y según cita el mismo diario venezolano, a raíz de estos datos la subsecretaría de Estado para América Latina, Roberta Jacobson, avanzó una serie de sanciones contra este país “por la violenta represión a opositores y la censura impuesta por Maduro”. El Departamento del Tesoro también prevé la congelación de cuentas y bienes en EEUU de altos funcionarios si se prueba que proceden de actos de corrupción.
El teniente Andrade y su lujosa mansión en Florida
En los casos que cita el libro de manera pormenorizada hay ejemplos de todo tipo, desde vuelos a Disney World en aviones privados de generales chavistas, que en el año 2000 ya iniciaban contactos con Cuba para desarrollar proyectos conjuntos, hasta intentos de establecer líneas aéreas entre Miami y Puerto Rico por parte del hijastro de la Fiscal Luis Ortega Díaz.
Pero entre las historias más contradictorias con la filosofía chavista se encuentra la del teniente Alejandro Andrade, en su momento uno de los hombres más cercanos a Hugo Chávez y que formara parte de su equipo de seguridad en 1998. Hoy es propietario de una gran fortuna que es investigada en Estados Unidos y que incluye una mansión en Wellington (Florida), una pequeña pero lujosa villa donde poseen residencias algunas de las grandes figuras del cine y la música americana como Madonna o Bruce Springsteen.
¿Cómo llegó hasta allí? Casto Ocando establece una cronología para entender el ascenso de posiciones dentro del escalafón chavista de Andrade y su adquisición de poder poco a poco. Primero accedió como asesor de la Alcaldía de Caracas en la administración de mercados populares, en 2001 fue nombrado presidente de la Fundación Pueblo Soberano para ayudar a los más necesitados, y de allí all Fondo Único Social y la presidencia del Bandes, (Banco de Desarrollo Económico y Social de Venezuela) y el jefe del Tesoro Nacional en Venezuela.
En los últimos años, participó también en las negociaciones con papeles de la deuda que Venezuela compró en 2008 a Argentina, Ecuador, Bolivia y Bielorusia por valor de 10 mil millones de dólares así como la compra de bancos privados con fondos públicos.
Uno de los cables filtrados por Wikileaks, del Departamento de Estado, lo citaba como "miembro de una red de corrupción del gobierno venezolano encabezada por Diosdado Cabello", que también incluiría a Rafael Isea y Jesse Chacón.
El FBI, además, comenzó a investigarlo en 2008 a través de su división de delitos financieros por las transacciones ilegales a través de Bandes. En 2013 Andrade inició conversaciones con el gobierno de EEUU para “obtener un trato benigno” en este asunto y poder recuperar el derecho a entrar en el país que se la había negado.
Droga, dinero y negocios para la causa bolivariana en EEUU
Entre los ejemplos personalizados también incluye el libro el del general Hugo Carvajal, exjefe de la Direccón General de Contrainteligencia Militar, que trató de llegar a un acuerdo con la DEA norteamericana en relación a los casos de capos de la droga capturados y que mantendrían relaciones con el gobierno de Venezuela.
También narra la historia de Germán Ferrer Brito, hoy propietario de una línea aérea que ofrece vuelos chárter entre Santo Domingo, Puerto Rico y Miami e hijo hijo del diputado del PSUV Germán Ferrer, uno de los líderes comunistas de la revolución.
Las páginas también describen los pormenores de los negocios de Arné y Jesse Chacón, vinculados con Chávez y que llegaron a tener su propio establo de caballos en Florida.
El primero de ellos fue encarcelado en Venezuela de 2009 a 2012 no sin antes entablar negocios con otros hermanos, Ronald y Tomás Sánchez, este último Superintendente Nacional de Valores y con importantes negocios y apartamentos en propiedad en Miami.
Las historias y datos en Chavistas en el Imperio: secretos, tácticas y escándalos no quedan ahí. El libro menciona casos de corrupción y sobornos como el fraude de 500 millones de dólares del Fondo de Pensiones de Pdvsa por medio de una firma de Connecticut, los intentos de Hugo Chávez por enviar espías que detectaran puntos vulnerables en las centrales nucleares en Estados Unidos o la compra de equipos para interceptar comunicaciones.
El libro aporta también una relación detallada del dinero desembolsado entre 1999 y 2013 para ejercer lobby en Washington o las campañas para enrolar artistas e intelectuales en la causa chavista dentro de territorio estadounidense.
La revolución bolivariana, que de cara al exterior manifestaba una enemistad evidente con Norteamérica, habría tenido un doble fondo en el que decenas de altos cargos, hasta 25, mantenidrían empresas e inmuebles de lujo en diversos estados, Florida principalmente.
En este extenso relato disponible en Internet a través de Amazon y Kindle, el periodista aporta cientos de historias de altos funcionarios y personas afines al chavismo, que chocarían con las manifestaciones que hizo Nicolás Maduro al llegar al poder, tal y como recoge el diario El Universal: “Quien tenga cuentas bancarias en Estados Unidos se va del Gobierno para una cárcel, si no las justifica".
En la lista figuran tanto ministros como militares, parlamentarios y banqueros, que habrían sido objeto de investigación por parte del gobierno federal de Estados Unidos
Algunos de ellos fueron condenados, otros huyeron a Venezuela y algunos consiguieron llegar a un acuerdo con las autoridades y hoy han “limpiado” su expediente o residen en territorio estadounidense.
Las oficinas de los senadores Marcos Rubio y Bob Menéndez, del comité del Senado de Estados Unidos, se encontrarían además investigando una lista de personas vinculadas al gobierno de Venezuela que habrían estado implicadas en casos de corrupción o poseen propiedades o cuentas bancarias en el país. Todas ellas serían sancionadas en base a un proyecto de ley que está en trámite.
Por otro lado, y según cita el mismo diario venezolano, a raíz de estos datos la subsecretaría de Estado para América Latina, Roberta Jacobson, avanzó una serie de sanciones contra este país “por la violenta represión a opositores y la censura impuesta por Maduro”. El Departamento del Tesoro también prevé la congelación de cuentas y bienes en EEUU de altos funcionarios si se prueba que proceden de actos de corrupción.
El teniente Andrade y su lujosa mansión en Florida
En los casos que cita el libro de manera pormenorizada hay ejemplos de todo tipo, desde vuelos a Disney World en aviones privados de generales chavistas, que en el año 2000 ya iniciaban contactos con Cuba para desarrollar proyectos conjuntos, hasta intentos de establecer líneas aéreas entre Miami y Puerto Rico por parte del hijastro de la Fiscal Luis Ortega Díaz.
Pero entre las historias más contradictorias con la filosofía chavista se encuentra la del teniente Alejandro Andrade, en su momento uno de los hombres más cercanos a Hugo Chávez y que formara parte de su equipo de seguridad en 1998. Hoy es propietario de una gran fortuna que es investigada en Estados Unidos y que incluye una mansión en Wellington (Florida), una pequeña pero lujosa villa donde poseen residencias algunas de las grandes figuras del cine y la música americana como Madonna o Bruce Springsteen.
¿Cómo llegó hasta allí? Casto Ocando establece una cronología para entender el ascenso de posiciones dentro del escalafón chavista de Andrade y su adquisición de poder poco a poco. Primero accedió como asesor de la Alcaldía de Caracas en la administración de mercados populares, en 2001 fue nombrado presidente de la Fundación Pueblo Soberano para ayudar a los más necesitados, y de allí all Fondo Único Social y la presidencia del Bandes, (Banco de Desarrollo Económico y Social de Venezuela) y el jefe del Tesoro Nacional en Venezuela.
En los últimos años, participó también en las negociaciones con papeles de la deuda que Venezuela compró en 2008 a Argentina, Ecuador, Bolivia y Bielorusia por valor de 10 mil millones de dólares así como la compra de bancos privados con fondos públicos.
Uno de los cables filtrados por Wikileaks, del Departamento de Estado, lo citaba como "miembro de una red de corrupción del gobierno venezolano encabezada por Diosdado Cabello", que también incluiría a Rafael Isea y Jesse Chacón.
El FBI, además, comenzó a investigarlo en 2008 a través de su división de delitos financieros por las transacciones ilegales a través de Bandes. En 2013 Andrade inició conversaciones con el gobierno de EEUU para “obtener un trato benigno” en este asunto y poder recuperar el derecho a entrar en el país que se la había negado.
Droga, dinero y negocios para la causa bolivariana en EEUU
Entre los ejemplos personalizados también incluye el libro el del general Hugo Carvajal, exjefe de la Direccón General de Contrainteligencia Militar, que trató de llegar a un acuerdo con la DEA norteamericana en relación a los casos de capos de la droga capturados y que mantendrían relaciones con el gobierno de Venezuela.
También narra la historia de Germán Ferrer Brito, hoy propietario de una línea aérea que ofrece vuelos chárter entre Santo Domingo, Puerto Rico y Miami e hijo hijo del diputado del PSUV Germán Ferrer, uno de los líderes comunistas de la revolución.
Las páginas también describen los pormenores de los negocios de Arné y Jesse Chacón, vinculados con Chávez y que llegaron a tener su propio establo de caballos en Florida.
El primero de ellos fue encarcelado en Venezuela de 2009 a 2012 no sin antes entablar negocios con otros hermanos, Ronald y Tomás Sánchez, este último Superintendente Nacional de Valores y con importantes negocios y apartamentos en propiedad en Miami.
Se dieron casos de corrupción y sobornos, o intentos de Hugo Chávez por enviar espías que detectaran puntos vulnerables en las centrales nucleares en Estados Unidos
Las historias y datos en Chavistas en el Imperio: secretos, tácticas y escándalos no quedan ahí. El libro menciona casos de corrupción y sobornos como el fraude de 500 millones de dólares del Fondo de Pensiones de Pdvsa por medio de una firma de Connecticut, los intentos de Hugo Chávez por enviar espías que detectaran puntos vulnerables en las centrales nucleares en Estados Unidos o la compra de equipos para interceptar comunicaciones.
El libro aporta también una relación detallada del dinero desembolsado entre 1999 y 2013 para ejercer lobby en Washington o las campañas para enrolar artistas e intelectuales en la causa chavista dentro de territorio estadounidense.