Mientras las ventas de smartphones pierden vigor en los países desarrollados, sus fabricantes multiplican los lanzamientos para seducir a los clientes en los países emergentes, su nuevo El Dorado a pesar del acceso limitado a internet.
Las compras de "teléfonos inteligentes" aumentaron en el mundo un 23% en 2014 a un ritmo más o menos sostenido en función de las regiones para alcanzar las 1.300 millones unidades, indica el instituto alemán GfK en un estudio.
Si bien los consumidores japoneses, surcoreanos, norteamericanos y de Europa occidental parecen haber perdido su apetito hacia estos productos, las compras se dispararon en América Latina, en los países emergentes del sureste asiático, en Europa central y del Este y en África, sobre todo en las urbes.
Los grandes fabricantes, reunidos desde este lunes en Barcelona en el Mobile World Congress, lo saben y han multiplicado sus modelos destinados a estos nuevos clientes.
El gigante estadounidense de internet Google comercializa en India un móvil a $105; la marca finlandesa Nokia, filial de Microsoft, ofrece un modelo a $29 y la fundación Mozilla llega hasta los $25. Incluso Samsung, el líder mundial de los smartphones por su cuota de mercado, penetró en el mercado indio mientras que su principal rival, el estadounidense Apple, prefiere concentrarse en el mercado de alta gama.
La tendencia debería mantenerse dado que el gabinete Gartner prevé que de aquí a 2020 el 75% de los smartphones cuesten menos de $100.
"Ahora hay buenos smartphones de gama básica a $20" y de hasta $60 para el público general, indica a AFP Sigve Brekke, director en Asia del grupo noruego de telecomunicaciones Telenor, presente en seis países en ese continente.
En su opinión, los precios seguirán bajando hasta el punto que los modelos compatibles con la tecnología 4G podrían venderse a alrededor de $45 a finales de año. Esto ha sido posible por la irrupción de nuevos actores como el chino Xiaomi. Fundado en 2010, este fabricante de smartphones de bajo coste fue líder de su mercado nacional en 2014, por delante de Samsung.
Si el precio es un factor importante en los países emergentes, no es el único. "El smartphone es a menudo la única manera de tener internet" dada la carencia de ordenadores y el principal medio de comunicarse, explica Annette Zimmermann, especialista del sector de las telecomunicaciones en la consultoría Gartner, con sede en Alemania.
Los clientes esperan que los dispositivos estén equipados al menos con los servicios de mensajería más corrientes, radio, linterna, que puedan enviar SMS y tengan una batería fiable, enumera Zimmermann.
Además, en muchas ocasiones piden dos tarjetas SIM, para pasar por las redes de diferentes operadores pagando lo menos posible o porque los terminales son utilizados por varias personas.
Pero el desarrollo de estos mercados todavía se encuentra limitado por la capacidad de la red. Numerosas regiones en estos países, sobre todo fuera de las ciudades, solo tienen cobertura 2G, una conexión muy lenta que como mucho permite enviar correos y utilizar versiones básicas de las aplicaciones.
Por ello los gigantes de internet buscan maneras de cambiar esta situación. Google planea desplegar una flota de globos estratosféricos o drones para proveer de internet las zonas del planeta desatendidas con los medios existentes hoy en día (conexión por cable, fibra óptica, satélite...). Un consorcio de compañías francesas trabaja por su lado para poner a punto una cobertura radio a bajo coste.
"Hace falta que el coste de las comunicaciones sea también más bajo", dado que todavía están sometidas a muchos impuestos en algunos países, lo que supondría un estímulo para el sector de los smartphones, estima Anne Bouverot, directora de la asociación GSMA, que agrupa a más de 800 operadores.