Las autoridades sanitarias confirmaron este miércoles 201 nuevos casos de COVID-19 en Cuba, para un acumulado de 13,165, una cifra que crece aceleradamente desde finales de noviembre pasado, cuando los contagios no sobrepasaban los 9,000 en la isla.
En medio de lo que la prensa oficialista ha llamado la tercera ola de coronavirus, los cubanos enfrentan una crisis recrudecida por la estrategia de unificación monetaria emprendida por el gobierno, obligados a largas colas para adquirir alimentos y otros productos básicos.
El Ministerio de Salud Pública reportó en la jornada 1,746 casos activos de la enfermedad, de ellos 1,726 con evolución clínica estable, 7 en estado crítico, 13 en estado grave y un fallecido, para un total de 148 desde que comenzó la pandemia.
Un grupo de 21 viajeros positivos al COVID-19 fueron retornados a sus países, según la información diaria ofrecida por el MINSAP.
La capital del país continúa presentando una situación crítica, a pesar de las medidas de control establecidas por las autoridades. La Habana reportó el número más alto de contagios este miércoles, con 75, repartidos en 14 de sus 15 municipios.
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Le siguen Matanzas, con 30 casos, y Villa Clara con 23. La enfermedad, antes reducida a unas pocas provincias, se ha diseminado por todo el territorio nacional, en una dispersión que evidencia un aumento en el índice de contagio.
Por órdenes del gobierno, varias provincias retornaron desde este martes a la fase de recuperación, tras haber alcanzado la de "nueva normalidad".