El preso político Jorge Reynier Arias García, condenado a 12 años de privación de libertad por su participación en las multitudinarias protestas del 11 de julio en Palma Soriano, Santiago de Cuba, ha esperado por más de 15 días el resultado de su apelación, que se inició el pasado 6 de mayo.
“Por todo lo vivido desde el día 11 de julio hasta hoy, no esperamos justicia del hombre. Tengo mi fe puesta en Dios. No somos opositores, somos gente del pueblo buscando la justicia que aquí no hemos hallado. Yo necesito ayuda para que se haga justicia, tanto para él como para los otros presos injustamente encarcelados. Primero Dios, espero en su grande misericordia”, dijo a Radio Televisión Martí Susana García Villa, su madre.
“Todo esto es una hábil mentira. Mis hijos salieron a la calle como el resto del pueblo de Palma, a manifestarse pacíficamente. En Palma Soriano no hubo ningún tipo de violencia ni de vandalismo, como ellos [el régimen] han querido hacer ver”.
En la descripción de los hechos acaecidos ese día, la Fiscalía Municipal relata que los hermanos Arias García y otros acusados tocaron en las puertas de sus vecinos para convocarlos a asistir al despliegue popular que exigía libertad para los cubanos, medicinas y alimentos.
Agrega que el acusado le asestó golpes con los pies y los puños a un carro policial.
Hace pocos días, Raucel Ocaña Parada, un ex fiscal de Palma Soriano, en declaraciones al Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH), señaló a la Seguridad del Estado, el Partido Comunista y el Gobierno del territorio como regentes en los procesos contra los manifestantes del 11 de julio.
“Quiero denunciar el arresto de mi hijo. La manera en que fue golpeado salvajemente. Muchos pensaron que mi hijo no volvería a ver. También los 12 años que le llegaron de sentencia sin una prueba de lo que se le acusa. Las evidencias demostraban todo lo contrario, pero el tribunal no las aceptó. Fue arrestado frente al Partido, a golpes”, apuntó García Villa.
El joven, de 38 años, fue convicto por los delitos de desórdenes públicos, desacato, atentado, daños, resistencia y denegación de auxilio y desobediencia.
“El abogado hizo una espectacular defensa. Se demostró que nada de lo que se dijo era cierto, quedó confirmada la inocencia de mi hijo de todo lo que se le acusa injustamente. Se pensó que todos volverían a casa lo más pronto posible. La sentencia la dieron el 4 de mayo del 2022”.
Arias García, recluido en la prisión de máxima seguridad de Boniato, fue juzgado junto a otros 15 manifestantes, entre ellos su hermana Elizabeth, condenada a 4 años de correccional sin internamiento, los días 20 y 21 de diciembre de 2021.