El presidente venezolano Nicolás Maduro anunció el miércoles un incremento de entre 1.3% y 6% los precios de la gasolina, una de las más baratas del mundo y que se mantuvo congelado por más de 17 años, como parte de una serie de medidas para hacer frente a la severa crisis económica que vive el país y que se prevé empeore por la caída de los precios del petróleo.
Maduro dijo en un discurso televisado desde el palacio de gobierno que el precio de la gasolina, que actualmente es de entre 7 y 9 centavos de bolívar (poco menos de un centavo de dólar) el litro de gasolina de 91 o 95 octanos sin plomo, pasará a costar 1 y 6 bolívares el litro, respectivamente.
"Al pueblo venezolano yo le pido que este nuevo sistema... sea (bien) recibido y apoyado", indicó.
Acotó que "los recursos que vamos a recoger con este nuevo sistema de precio de la gasolina, van a ir" para el Fondo Nacional de Misiones, que financia los programas sociales del gobierno.
"Este Fondo Nacional de Misiones va a recibir todos los recursos extraordinarios que se genere", resaltó. "Cobrar la gasolina es una necesidad".
El gobernante destacó que los ingresos petroleros se derrumbaron en los últimos tres años: en enero de 2013 estos se ubicaron en 3.317 millones de dólares, en enero pasado el monto se redujo a 77 millones de dólares.
Muchos venezolanos consideran un derecho pagar poco por el combustible al señalar que este país es uno de los mayores exportadores de petróleo y tienen las mayores reservas de crudo del mundo, de acuerdo con cifras de la Organización de Países Exportadores de Petróleo.
El tema de la gasolina es muy sensible en el país desde 1989, cuando se desató una revuelta popular a raíz de un incremento de los combustibles ordenado por el entonces presidente Carlos Andrés Pérez como parte de un paquete de medidas de austeridad impuesta por el Fondo Monetario Internacional.
Vuelve el fantasma del "Caracazo"
La medida fue el detonante de saqueos y violentos disturbios conocidos como el "Caracazo".
Los cuerpos de seguridad sofocaron las protestas en choques que dejaron alrededor de 300 muertos, según estadísticas oficiales. Activistas de los derechos humanos estiman que la cifra fue mucho mayor.
El último incremento se produjo casi tres años antes de que el ahora fallecido presidente Hugo Chávez, predecesor y padre político de Maduro, asumiera la presidencia en 1999 con la promesa de una revolución para los pobres. Durante sus 14 años de mandato, Chávez evitó aumentar el precio del combustible, en buena medida debido al costo político que podría tener la medida.
En materia de gasolina para uso doméstico, en 2005 Chávez decidió eliminar los combustibles con plomo más baratos, citando razones ambientales y tecnológicas; pero fuera de ello mantuvo los precios sin cambios.