Unos 200 profesionales de la salud cubanos que abandonaron la misión médica en Venezuela, se encuentran varados en Colombia en espera de una respuesta de la embajada estadounidense en ese país, a su petición de acogerse al Programa de Parole para Profesionales Médicos Cubanos (CMPPP).
Casi 30 de ellos ya han sido denegados y esperan los 90 días necesarios para volver a presentar nuevas evidencias que avalen su petición de asilo para entrar en Estados Unidos, contó a Martí Noticias uno de estos profesionales de la salud, Ernesto Estrada.
“Cada día que va pasando nos vamos sumando más médicos a los casos de denegación, no sabemos por qué, no hemos preguntado qué es lo que está sucediendo con el programa, porque todo el mundo viene con sus evidencias; presenta lo que trae de Venezuela, lo que piden, y cada vez que pasa el tiempo son más denegados y más denegados”, advirtió.
Estrada, técnico en Farmacia, y su esposa, médico, viven en Bogotá desde diciembre de 2015 que lograron escapar de Venezuela. Ahora que su primera solicitud al programa de parole resultó denegada, deben esperar otros tres meses para presentarla nuevamente, y han comenzado a considerar la idea de unirse a los migrantes cubanos varados en Turbo.
Otros antes que ellos lo han hecho, apuntó. Estrada conoce a dos especialistas en Optometría que se encuentran ahora en Turbo y varios que lograron salir en los vuelos de Panamá a México. Él mismo intentó pasar a Panamá, pero ya la frontera estaba cerrada.
Estrada y su esposa, como muchos otros allí, sobreviven gracias a la ayuda de familiares y amigos que les envían dinero y algunos artículos desde Estados Unidos.
A la pregunta de cómo lidian con las carencias, explicó: “Mucho es cerrándonos, cohibiéndonos de muchas cosas, comiendo cositas, pocas, para que nos dure el mes, y entre los que estamos aquí nos ayudamos. A veces hay unos que no tienen nada y el que tiene un poquito le da para que pague la renta el otro”.
Algunos de los varados en Bogotá llegaron a Colombia en 2014, al ver que el tiempo de espera se extiende, han buscado trabajos informales y mal pagados, porque no tienen el permiso necesario. Las rentas son caras --detalló Estrada-- por eso es común que varios cubanos se unan para alquilar una casa o alquilen un cuarto de una vivienda familiar.
Por casos anteriores, Estrada piensa que las posibilidades de que las autoridades estadounidenses cambien de opinión sobre su caso, son escasas. No se explica por qué se la han negado: “Nosotros nos reímos, porque a veces llegan personas que no tienen casi nada que ver con la salud, son administradores, y les dan la visa”, apuntó.
Otros trámites adicionales que ha hecho han resultado infructuosos. Han escrito a la Cancillería de Colombia y a la de México y ambas han respondido que nada pueden hacer por ellos. Hasta el momento no han recibido respuesta de la Organización Internacional para las Migraciones, parte importante en el traslado de cubanos varados en Costa Rica y Panamá hasta México.