México busca un acuerdo sobre la crisis de Venezuela en la reunión de cancilleres que se celebrará en Cancún el lunes antes de la inauguración formal de la Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA). "Sí hay posibilidad de llegar a un acuerdo", dijo en una
entrevista con Efe en Washington el embajador mexicano en la OEA, Luis Alfonso de Alba.
De Alba, con larga trayectoria en organismos internacionales, es uno de los promotores de la reunión de ministros de Exteriores y de la mediación de la OEA en la crisis política y social de Venezuela. "Para nosotros el tema no es el texto, en términos del resultado de la reunión de cancilleres, lo más importante es coayudar a una solución, es fundamental es que esté claro que hay una responsabilidad de todos los Estados miembros para ayudar a los
venezolanos a encontrar una solución", indicó.
Sin embargo, el Gobierno de Venezuela se opone frontalmente a que la OEA tenga cualquier papel en la crisis que vive el país, por eso el 28 de abril solicitó su salida del organismo -que no será efectiva hasta 2019- tras aprobarse la reunión de cancilleres.
No obstante, la canciller venezolana, Delcy Rodríguez, acudirá a la Asamblea de la OEA para "defender" a su país de lo que considera un "plan intervencionista" liderado por Estados Unidos y ejecutado por Gobiernos "de la derecha" en la OEA.
Venezuela, como ha hecho en otras reuniones, podría arremeter contra el grupo de 14 países que lidera México señalándoles por sus propios temas nacionales, como la situación de derechos humanos en la nación anfitriona de la Asamblea o la crisis política en Brasil.
Una de las posibilidades es que Venezuela presente un proyecto de resolución sobre el caso de los 43 estudiantes mexicanos de Ayotzinapa (Guerrero) desaparecidos en 2014, según explicaron a Efe fuentes diplomáticas.
Preguntado al respecto, el embajador De Alba dijo que "habría que recordar al Gobierno de Venezuela que esos temas ya están en la OEA y por decisión del Gobierno mexicano", en referencia al mecanismo de seguimiento del caso Ayotzinapa de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
No obstante, en marzo la CIDH chocó de nuevo con el Gobierno mexicano al considerar "muy grave" y "una ruptura" que defendiera la denominada "verdad histórica", la que sostiene que los estudiantes fueron incinerados en un basurero.
A la pregunta de si cree que Venezuela buscará llevar este tema espinoso para México a los debates de la Asamblea, De Alba considera que "corresponderá a la canciller en su nivel de responsabilidad el respetar los procedimientos" del encuentro.
La reunión de cancilleres sobre la crisis de Venezuela se ha convocado para el lunes a las 14.00 hora local (19.00 GMT) en el Hotel Moon Palace de Cancún, donde esa tarde se inaugurará oficialmente la 47 Asamblea General de la OEA, que termina el miércoles.
Se trata de la continuación de la reunión del 31 de mayo en Washington, que quedó suspendida ante la falta de acuerdo sobre las dos propuestas de declaración presentadas.
El texto de EE.UU., México, Perú, Canadá y Panamá pide cancelar la Asamblea Constituyente en Venezuela y es muy crítica con el Gobierno de Nicolás Maduro, mientras que la presentada por los 14 países de la Comunidad del Caribe (Caricom) no recoge esas demandas.
En lo que sí coinciden los dos borradores es en pedir el cese de la violencia a todas las partes, un nuevo proceso de diálogo, la creación de un grupo que lo acompañe y en la invitación a Venezuela a reconsiderar su decisión de dejar la OEA.
El embajador De Alba cree que hay margen para el acuerdo porque,
"independientemente de los matices que puedan tener en su texto" los
Estados del Caricom, "consideran que hay espacio para que los países
de la región" ofrezcan "ayuda para que se genere la confianza que
permita sentarse a negociar" al Gobierno y la oposición venezolanos.
Para que se pueda aprobar una declaración en la reunión de
cancilleres son necesarios 23 votos, los dos tercios de los 34
Estados representados (todos los del continente salvo Cuba).
Venezuela vive desde el 1 de abril una oleada de protestas a
favor y en contra del Gobierno, algunas de las cuales se han tornado
violentas y han dejado 74 muertos y más de mil heridos, según datos
de la Fiscalía.
EFE