Lejos de casa, sin dinero y con los sueños destrozados: esa es la situación de miles de venezolanos que iniciaron una peligrosa travesía por Centroamérica hacia el norte, con rumbo a Estados Unidos, pero ahora no pueden cruzar la frontera para pedir asilo.
En el recorrido atraviesan Colombia, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, Guatemala y México. Bajo una nueva política anunciada este mes, Washington dará un permiso humanitario a 24.000 migrantes venezolanos para entrar al país por vía aérea, mientras que los que atraviesen la frontera serán devueltos a México bajo el llamado Título 42 y no podrán solicitar asilo en el futuro.
La medida, emitida de la noche a la mañana, cayó como un balde de agua fría a miles de migrantes venezolanos que marchaban hacia el norte y ahora se encuentran varados en México y varios países centroamericanos, con un futuro incierto entre la deportación y la desesperación.
Muchos persisten en continuar su camino, pero los escollos se han multiplicado, y miles se acumulan en los países de Centroamérica sin poder seguir ni regresar.
Situación en Guatemala
En Guatemala, las fuerzas de seguridad mantienen operativos para impedirles el paso a los migrantes hacia México. Casi 6.000 han sido detenidos, reciben atención integral y luego son expulsados.
La mayoría son venezolanos, aunque también hay cubanos, haitianos, colombianos y ecuatorianos, entre otras nacionalidades.
“Es bastante complicado tener a nuestros niños en esta situación. Somos migrantes, no nos queremos quedar en el país, queremos seguir, y no tenemos la ayuda suficiente para salir, para terminar de llegar a nuestro destino”, expresó una migrante venezolana en Guatemala que se identificó como Irmaris.
Tras reuniones entre autoridades del Instituto Guatemalteco de Migración, representantes de EEUU y la embajada de Venezuela en el país, se acordó activar un Plan de Salvoconductos.
“Están salvando su vida. Han contado que han visto tragedias en la selva del Darién. Han visto situaciones muy complicadas de muerte. Ya no quieren seguir, lo quieren hacer de una manera ordenada”, dijo a la Voz de América Stuard Rodríguez, director del Instituto Guatemalteco de Migración.
Varados en Nicaragua
En Nicaragua, cientos de migrantes deambulan por las calles y las plazas de Managua sin saber lo que harán. Allí el gobierno no tiene un registro de cuántos venezolanos están varados en el país y tampoco ha anunciado alguna medida para ayudarlos a continuar su viaje o deportarlos a Venezuela.
“La opción de devolvernos está complicada, porque ¿con qué dinero nos devolvemos si ya no tenemos nada? Además, ya estamos acá. Tendremos que buscar la solución de quedarnos en un país de estos hasta que consigamos algo para devolvernos”, dijo a la Voz de América Carol Velasco, una venezolana varada en Nicaragua.
En Nicaragua, muchos de los migrantes se instalan cerca de la terminal de autobuses que va hacia Honduras. Ahí ofician de vendedores ambulantes o piden ayuda para seguir su viaje hacia Estados Unidos. Llegaron tras cruzar la peligrosa selva panameña de El Darién y atravesar Costa Rica.
“Si me deportan yo diría que me deporten a mi país, porque ¿para qué otro país? Nos van a regresar si somos venezolanos. Pero si nos regresan, no pueden hacerlo por la selva de Panamá. Es una travesía muy fuerte, no se la deseo ni a mi peor enemigo”, dijo Alberto Jiménez, un migrante venezolano.
Honduras prepara plan de contigencia
Datos oficiales citados por el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos indican que los venezolanos constituyen el 35 % de los inmigrantes irregulares que entran a Honduras y en lo que va de año ya suman cerca de 44.000.
Las restricciones para el ingreso de venezolanos que intentan llegar de forma irregular a Estados Unidos ha llevado a un aumento visible de viajeros de este país en Honduras donde estos días es notable el número de migrantes que deambulan por las calles de la capital, Tegucigalpa, según reportan medios locales.
La medida de EEUU ha llevado a un mayor control en los puntos fronterizos en Honduras, de acuerdo con reportes de medios locales, y miles de migrantes venezolanos quedaron varados en ese país, el último antes de México en el periplo hacia el norte.
Organizaciones humanitarias e iglesias intentan atender las necesidades básicas de estos migrantes, creando espacios para pernoctar y apoyo alimentario mientras encuentran una salida.
Algunos migrantes salen a buscar trabajo temporal en el país de paso. A otros, entre ellos mujeres con niños, se les ha visto en las calles solicitando ayuda, con carteles en la mano indicando que son venezolanos.
El director del Despacho Municipal de la Tegucigalpa, Russel Garay, explicó que el gobierno de la ciudad prepara un plan de contingencia ante la situación.
“Queremos ser solidarios y justos, pero tratamos de evitar una deuda de personas en indigencia que puede convertirse en un problema social y de delitos. Ya estamos trabajamos en un proyecto”, explicó.
El gobierno de la presidenta Xiomara Castro también encamina una propuesta de atención, según informó el Ejecutivo, con un presupuesto para crear infraestructura y dar cobijo a unos 5.000 migrantes.
Una comisión intergubernamental que incluye a representantes de la alcaldía capitalina, y de las secretarías de Salud, Educación, Migración entre otras organizaciones humanitarias ya se reunieron para poner en marcha un plan que regule el tránsito de migrantes por la capital hondureña y evitar así masivas concentraciones.
La oficina de Migración de Honduras ha registrado el paso de unos 130.000 migrantes irregulares en lo que va de año por la zona del Distrito Central, la mayoría venezolanos, pero también en menor escala cubanos, haitianos, colombianos e incluso de países africanos.
Migración proyecta que de seguir el flujo de viajeros el próximo año, podrían tocar un pico de hasta 220.000 migrantes. En 2021 solo registró 17,590 ingresos ilegales a territorio hondureño.
Panamá y Costa Rica
También Panamá anunció esta semana el cierre de la frontera para los migrantes venezolanos sin visa que intentan entrar desde Costa Rica.
En Costa Rica, el presidente Rodrigo Chaves ha dicho que habilitarán transporte para movilizar a los migrantes venezolanos hacia la frontera con Nicaragua.
El pasado viernes, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, anunció que pediría a EEUU ampliar el número de visas humanitarias para los miles de migrantes venezolanos varados en tierras mexicanas, y además exhortó a Washington a reconciliarse con Caracas, algo que no parece muy probable a corto plazo.
(Artículo de la Voz de América).
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