El ministro de la Agricultura de Cuba, Ydael Pérez Brito, reveló cifras millonarias del desplome de las producciones agrícolas en los últimos cuatro años, un fenómeno que los campesinos en la isla vienen alertando por mucho tiempo y del que culpan fundamentalmente al Estado cubano y su sistema de planificación socialista.
Emiliano González es agricultor en la zona del Horno en Bayamo, en la provincia de Granma, y aseguró a Martí Noticias que con el actual gobierno cubano no habrá solución para el campo.
“Mientras el gobierno tenga la mano puesta sobre los campesinos, sobre la agricultura, sobre la ganadería, sobre la producción de huevos, mientras la mano negra del comunismo esté puesta allí, olvídate, que nunca va a haber comida en Cuba”, sentenció.
“Hoy no superamos las 200 mil toneladas de alimento producidos", reconoció el titular de la Agricultura.
En tan solo cuatro años, el ganado porcino se redujo de 96 mil cabezas de ganado a 26 mil que además "no están en buenas condiciones", según aclaró el ministro. Esta cifra representa un 72 % de cerdos menos.
En el programa avícola, de las 8 millones de gallinas ponedoras que había hace cuatro años, hoy la nación cuenta con 3 millones, es decir, más del 63 % o 5 millones de gallinas menos.
La producción de huevos pasó de entre 4 y 5 millones de huevos todos los días a menos de 200 mil.
El ministro habló de poner en vigor "medidas de control" para" implementar la ley de soberanía y buscar más productores para incrementar la producción y ofrecer más incentivos a las personas para regresar al campo".
Las cifras oficiales revelan que en el país hay solo 440.754 productores, de los que 140 mil (el 32%) tiene menos de una hectárea, prácticamente para autoconsumo.
"Debemos avanzar hacia la mecanización para poder enfrentar el desafío de alimentar a un país con solo 440 000 productores", dijo Pérez Brito.
Teresa Miranda Céspedes, quien reside en la zona rural en Guaro, en Mayarí, provincia de Holguín, recordó que allí existía el granero de Velasco, hoy básicamente en abandono total.
“Aquí la gente que produce algo son los productores de arroz, tiene ahora que trabajar y de noche hacer guardia porque le están robando, después entregan el arroz donde lo tienen que entregar a la cooperativa. La anterior cosecha no se la han pagado”, explicó Miranda Céspedes.
El ministro dijo que el programa de arroz cuenta con 150 mil hectáreas de cultivo de arroz físicas pero en este año no han superado las áreas de las arroceras especializadas, que son aproximadamente 60 mil.
Desde Pinar del Río, el líder de la Liga de Campesinos Independientes de Cuba, Esteban Ajete Abascal declaró: “Los campesinos tienen deseos de hacer las cosas, si es que se les dan las condiciones. Mientras siga Acopio, mientras sigan todas estas estructuras gubernamentales, no va a haber arroz, ni tabaco, ni caña, ni va a haber ningún tipo de producciones”.
Precisamente una cosechadora de tabaco, Martha Hernández, que labora en San Juan y Martínez, advirtió las precarias condiciones que tienen allí los tabacaleros, abandonados a su suerte.
"Están muy mal, muy mal, si ustedes los ven con las botas que trabajan que no tienen recursos, que no tienen nada, andan como quiera, esto aquí ya es el fin del mundo”, opinó la campesina.
Vladimir Ríos Cruz, desde Arroyo Blanco, en Jatibonico, habló de la situación actual de los productores allí: “Yo estoy en estos momentos frente al central Uruguay, está totalmente destruido, ni varillas de soldar tienen los soldadores".
"Los campesinos no quieren producir porque es imposible sostener la manera en la que el gobierno te roba, la política del gobierno cubano es que tú no tengas nada y que tengas que depender de ellos”, destacó Ríos Cruz.
Para el economista Pedro Monreal, la narrativa oficial tras el desastre de la producción agropecuaria en Cuba es 'novelería político-ideológica a espaldas de la realidad'.
"Que la agricultura sigue en crisis no es noticia, como tampoco lo es la incompetencia gubernamental para sacar al agro de su prolongada crisis. Lo nuevo parece ser el énfasis en la quimera de que es “lograble” producir más con déficit de combustible, equipos e insumos", escribió.
El ministro reconoció que la falta combustible ha sido la principal causa del desplome porque ha dificultado el uso de la fuerza de trabajo en el campo.
Por otra parte, Monreal señaló que "se continúa “ninguneando” a un sector privado que es crucial.
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