El Premio Nóbel de Literatura, Mario Vargas Llosa, respaldó la carta abierta a Miguel Díaz-Canel, donde centenares de firmantes piden la liberación de los presos políticos en Cuba.
En 2019, el famoso escritor en entrevista con Radio Televisión Martí pareció anticipar que en Cuba podría darse un estallido social como el ocurrido el 11 de julio en varias regiones de la isla.
“El pueblo cubano desgraciadamente sufre hace 60 años una dictadura terrible que parece haber destruido las raíces [a favor de la libertad, a favor de la democracia]; yo creo que no, yo creo que esas raíces están allí, y que en cualquier momento el pueblo cubano nos va a dar una sorpresa”, declaró Vargas Llosa a Radio Televisión Martí.
“Así como nos la ha dado Chile, yo creo que la sorpresa nos la va a dar Cuba en cualquier momento”, manifestó.
No se sabe exactamente qué es lo que ocurre en Cuba, dijo el autor de La ciudad y los perros y apuntó que daba la impresión de que la represión ha sido tan fuerte que el país está como en un compás de espera.
Las declaraciones del escritor hispano-peruano fueron rechazadas por la oficialista Unión de Escritores de Cuba, (UNEAC), que en un pronunciamiento acusó al Premio Nobel de Literatura 2010 de estimular un levantamiento popular en la isla.
“La sorpresa que cada día ofrece el pueblo cubano es la de ser más revolucionario, más firme, más creativo, más solidario, más socialista, más digno. La de estar cada día más unido en torno a los ideales de Martí y Fidel”, respondió enfurecida la UNEAC.
La carta abierta que ha respaldado ahora fue publicada en la plataforma online Change.org bajo el titulo de "Libertad para los cubanos".
Además del escritor peruano otras personalidades internacionales se han sumado a esta denuncia de las violaciones de los derechos humanos en Cuba, entre ellas destacan los escritores españoles Rosa Montero, Fernando Savater, Juan Malpartida, J.J. Armas Marcelo, el campeón mundial de ajedrez ruso Garry Kasparov, el actor cubanoamericano Andy García, el psicólogo y escritor canadiense Steven Pinker, el escritor venezolano Alberto Barrera Tyszka, el boliviano Edmundo Paz Soldán, el músico dominicano Michel Camilo y el activista Erik Jennische, director del programa para América Latina de Civil Rights Defenders (CRD).
A continuación reproducimos el contenido de la carta:
Sr. Presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez:
Con esperanza y preocupación hemos observado las masivas protestas del pasado 11 de julio en Cuba. Esperanza porque una parte significativa del pueblo cubano por primera vez dejó oír su voz al unísono exigiendo la libertad y los derechos de los que hasta ahora han carecido y porque lo hicieron de forma pacífica y al mismo tiempo clara y firme. Sin embargo, hemos visto con preocupación y disgusto la respuesta brutal que usted y el gobierno que representa han dado a tales manifestaciones, negándose a oír los sencillos reclamos de su pueblo y llamando directamente a la violencia y la represión de unos ciudadanos contra otros.
Sr. Presidente, no se esfuerce en presentar a aquellos que protestaron como mercenarios al servicio de Estados Unidos. Reconozca en esas protestas la voz de un pueblo hastiado de falta de libertades, de mal gobierno y de estrecheces de todo tipo. No niegue que esas decenas de miles que protestaron en toda la isla son parte de un pueblo que ya no se identifica con el proyecto que propone y que se atreve a decirlo en voz alta pese a los riesgos demostrados que entraña hacerlo. Desde el pasado 11 de julio no tiene sentido hablar de unión monolítica entre su gobierno y su pueblo como no tiene sentido negarles la patria a los que protestan y ofrecerles en cambio muerte, represión y silencio.
No se engañe ni nos trate de engañar. Es hora de que Cuba avance por caminos diferentes a los que usted y su gobierno les han trazado a los cubanos. Para ello es imprescindible que se les respete su derecho a manifestarse y a elegir su destino, en lugar de buscar nuevas maneras de reprimir al pueblo cubano y silenciarlo. Para demostrar su respeto por los derechos de sus compatriotas debe empezar por liberar al más de medio millar que a un mes de las protestas siguen en prisión o están siendo procesados por participar en ellas y, junto a ellos debe liberar a todos los cubanos que están en prisión por manifestar su desacuerdo con su gobierno. Si le importa tanto el pueblo cubano como la revolución que se hizo en su nombre empiece por escucharlo, por no reprimirlo cuando hable.