El presidente Donald Trump anunció en horas de la tarde de este sábado que eligió a la jueza, Amy Coney Barrett, como candidata al puesto que recién quedó vacante en la Corte Suprema, con el objetivo de poner un histórico sello conservador en el máximo tribunal de los Estados Unidos cuando faltan pocas semanas para las elecciones.
La jurista cubanoamericana Barbara Lagoa también fue considerada, pero el presidente optó por Barrett. El probable cambio en la composición de la Corte, después de la muerte de la jueza Ruth Bader Ginsburg, un símbolo liberal, a una conservadora, sería el mayor cambio en términos de pensamiento filosófico y social desde que Clarence Thomas remplazó a Thurgood Marshall hace casi tres decenios.
Los senadores republicanos están preparándose para las audiencias de confirmación en dos semanas y el voto en el pleno se espera para antes del día de la elección. Los demócratas esencialmente carecen de poder para impedir la votación, pero si pueden usar tácticas dilatorias.
Trump eligió a Barrett, de un grupo de cinco juezas que había dicho que estaba considerando, entre ellas una jueza de origen cubanoamericano.