El fiscal argentino Gerardo Pollicita apeló hoy la decisión del juez Daniel Rafecas que frenó una posible investigación sobre el presunto encubrimiento por parte de la presidenta Cristina Kirchner y algunos de sus allegados de los sospechosos iraníes de un atentado anti-judío que dejó 85 muertos en 1994.
Gerardo Pollicita, quien tras la muerte de Alberto Nisman en circunstancias aún no aclaradas, asumió su denuncia, solicitó la imputación de la Presidenta el pasado día 13 de febrero y pidió la realización de medio centenar de pruebas, considera que la resolución dictada por Rafecas, "descarta en forma anticipada y prematura" la denuncia de Nisman.
En su resolución, conocida el pasado día 26, Rafecas rechaza abrir una investigación penal por considerar que no hay evidencias mínimas para sostener las acusaciones realizadas por Nisman.
Pollicita, sin embargo, sostiene que las circunstancias expuestas por Nisman en su denuncia "podrían configurar en el peor de los casos meros actos preparatorios no punibles de aquel malogrado delito de encubrimiento" y considera "prudente y razonable" abrir una investigación.
La causa pasará a una de las dos salas de la Cámara Federal, que deberá pronunciarse con respecto a la posibilidad de investigar a la Presidenta.
Nisman murió de un tiro en la cabeza en su domicilio, el 18 de enero, en circunstancias aún sin aclarar, cuatro días después de denunciar a Cristina Kirchner, al canciller Héctor Timerman y a varios de sus colaboradores, por presunto encubrimiento que, según el procurador, se derivó de un memorándum de entendimiento suscrito en 2013 entre Argentina e Irán.
Precisamente hoy el Gobierno difundió un mensaje oficial en el que elevó sus críticas contra el fallecido Fiscal y aseguró que buscaba "generar un efecto político desestabilizador" con la denuncia contra la Presidenta.
Mientras, la investigación sobre la muerte de Nisman avanza a trompicones y en medio de versiones contradictorias que siembran cada vez más dudas sobre el proceso.
Para añadir aún más sombras sobre el caso, el portal oficial Infojus Noticias, que depende del Ministerio de Justicia, afirmó hoy que el peritaje realizado por los forenses confirma que Nisman tenía 1.73 gramos de alcohol en sangre –el máximo permitido en un test de alcoholemia es de 0.5 gramos– y que en su domicilio se encontró una botella de vodka importado "a medio consumir".
Aunque las primeras pericias descartaron la intervención de terceras personas, la Justicia no ha logrado esclarecer las circunstancias del fallecimiento y la eficacia de la investigación ha sido duramente cuestionada, tanto por la opinión pública como por la familia de Nisman, que interviene como querellante en el proceso.
Por el momento, en la causa solo hay un imputado, el informático colaborador de Nisman, Diego Lagomarsino, por prestarle el arma que acabó con su vida y que fue encontrada junto a su cadáver en el baño de la casa.