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Obama busca ayuda de Peña Nieto para impulsar democratización en Cuba


Enrique Peña Nieto (c), presidente de México, es recibido a su llegada a la ciudad de Washington DC, por el embajador estadounidense Peter Selfridge (d) y por el embajador mexicano en EEUU, Eduardo Medina (i).
Enrique Peña Nieto (c), presidente de México, es recibido a su llegada a la ciudad de Washington DC, por el embajador estadounidense Peter Selfridge (d) y por el embajador mexicano en EEUU, Eduardo Medina (i).

El distanciamiento entre estadounidenses y cubanos había sido un punto de fricción con los países latinoamericanos, incluyendo México.

Barack Obama recibe el martes a su homólogo mexicano, Enrique Peña Nieto, en la Casa Blanca, buscando su colaboración para la aplicación de las políticas de cambio del presidente estadounidense sobre inmigración y Cuba.

Obama quiere que Peña Nieto se una a él para presionar a Cuba y que lleve a cabo reformas democráticas ahora que Washington se está moviendo para reestablecer sus vínculos diplomáticos y comerciales. El distanciamiento entre estadounidenses y cubanos había sido un punto de fricción con los países latinoamericanos, incluyendo México, que tiene una relación normal con la isla de gobierno comunista.

El Gobierno de Peña Nieto también podría ayudar a promocionar las credenciales del plan de Obama para aplazar unos cuatro millones de deportaciones de inmigrantes que están ilegalmente en Estados Unidos. Dos tercios de los posibles candidatos proceden de México.

Ambas acciones emprendidas por Obama en las últimas semanas recibieron los elogios del mandatario mexicano, quien podría esperar que esta visita a la Casa Blanca le dé impulso tras un 2014 marcado por los escándalos, la violencia y la corrupción. Esto incluye a soldados matando a 22 civiles en una "balacera" cuestionable y revelaciones de que tanto Peña Nieto como el secretario del Tesoro viven en residencias de lujo construidas y financiadas por uno de los contratistas favoritos del Gobierno.

Pero tal vez lo más destacable sean las decenas de miles de personas que han salido a las calles para protestar por el secuestro y posible asesinato el pasado 26 de septiembre de 43 estudiantes, supuestamente a manos de policías locales en colaboración con un cartel de la droga. Peña Nieto dijo al país que era hora de "avanzar" del caso solo unas semanas después de las desapariciones y le tomó un mes reunirse con las familias afectadas.

Human Rights Watch escribió una carta a Obama el lunes instándole a presionar a su homólogo para que se tome el caso y el "amplio patrón de abuso e impunidad" de México más en serio. Funcionarios del Gobierno estadounidense respondieron que Obama tiene previsto abordar el asunto del fortalecimiento de las fuerzas del orden y las instituciones judiciales durante la visita, que incluye una reunión en el Despacho Oval seguida de un almuerzo de trabajo.

Sergio Alcocer, subsecretario mexicano para América del Norte, dijo que no esperaba que el secuestro de los estudiantes fuese tratado directamente durante la conversación entre los dos mandatarios. El funcionario destacó que Estados Unidos había tenido su propio escándalo y protestas por el asesinato a tiros del joven negro desarmado Michael Brown en Ferguson, Missouri.

"Tenemos casos de violencia en diferentes partes del mundo", dijo Alcocer. "Dentro de Estados Unidos sabemos que ha habido este tipo de violencia en la zona de Missouri, por citar solo un caso".

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