La Conferencia de Obispos Católicos de Cuba (COCC) difundió el sábado un mensaje pastoral en el cual rechaza que la Constitución pueda subordinarse a partidos políticos e ideologías, defiende el matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer, descarta la pena de muerte y el derecho al aborto y reclama que los cubanos puedan invertir en el desarrollo económico del país.
El mensaje pastoral publicado en la página web de la COCC este sábado 27 de octubre (fecha del descubrimiento de Cuba por Cristóbal Colón) está fechado el pasado 24 de octubre y en el mismo los obispos expresan sus consideraciones sobre las consultas que que tienen lugar sobre el Proyecto de Constitución.
Los obispos exhortan a los cubanos a participar en el referéndum programado para el próximo 24 de febrero, y "expresarse con el 'sí' o el 'no'", o la abstención, a pesar del escepticismo de los que piensan que no vale la pena participar en ese proceso.
"Como pastores comprendemos, a partir de los procesos que ha vivido nuestra nación, a quienes piensan que su opinión no cuenta. Sin embargo, queremos invitar a todos nuestros compatriotas a optar por una participación consciente y responsable", afirma el mensaje que pide a las autoridades que "tengan en cuenta" las opiniones y aportes recogidos en las consultas populares que se llevan a cabo en el país.
Citando a José Martí, el mensaje de los obispos señala que "la Constitución no se puede subordinar a leyes, decretos, resoluciones, partidos políticos, ideologías, disposiciones o sentencias judiciales, ya que una Carta Magna prevalece por encima de todos ellos".
El mensaje pastoral lamenta "la ausencia del reconocimiento a la diversidad de opinión política" en el proyecto sometido a "debate".
La COCC señala que el texto constitucional debería proteger "el derecho a la vida (…) desde el momento de la concepción del individuo hasta la muerte natural". También, "sería de desear que abarque la exclusión de la pena de muerte", añaden.
Por otra parte, los obispos opinan que la inclusión como sujetos de derecho de las categorías "género, orientación sexual e identidad de género" es "innecesaria".
"El sexo viene dado por la naturaleza y no es una construcción cultural adquirida, como propone equivocadamente la referida ideología de género, que se caracteriza por un fuerte subjetivismo, que lleva al individuo a decidir por sí mismo lo que es bueno y lo que es malo. De tal manera que, dicha ideología, sostiene entre sus postulados principales que cada persona elige su propia identidad sexual", critican los miembros de la COCC.
"Los obispos consideramos mal fundado y erróneo que aparezca en el proyecto constitucional (…) una definición del matrimonio como 'la unión de dos personas con aptitud para ello, a fin de hacer vida común'", dicen al respecto los integrantes de la COCC y niegan que su posición implique "discriminación".
"La enseñanza de la Iglesia siempre ha sido clara: el amor recíproco y complementario entre el hombre y la mujer fundamenta la vocación al matrimonio y a la familia, estableciendo una unidad que no puede equipararse a ninguna otra", dicen.
La COCC critica además que el proyecto constitucional establezca que "la enseñanza es función del Estado" y mencione la contribución atribuida a la familia "en último lugar".
"Ni el Estado ni ninguna otra institución deben apropiarse esta delicada misión", dicen los obispos.
En cuanto a los derechos de la familia, afirman que para que esta pueda "alcanzar su pleno desarrollo y bienestar (…) es necesario que la Constitución brinde las posibilidades para que cada ciudadano tenga un salario que realmente satisfaga sus necesidades".
"Igualmente, han de garantizarse las prestaciones sociales necesarias para equilibrar la vida familiar, de modo que sea posible y alcanzable por todos sus miembros una vida estable y vivienda digna, hasta después de la vida laboral de los mismos", advierten.
Los obispos opinan que el derecho a invertir en el país concedido a las empresas extranjeras debería "ser extendido al ciudadano cubano".
En su mensaje pastoral, los obispos consideran además necesario que la nueva Constitución "disponga la creación de un Tribunal de Garantías Constitucionales con la finalidad de salvaguardar los derechos que en ella se refrendan".