El consorcio brasileño Odebrecht decidió suspender sus operaciones en la industria azucarera cubana como resultado de los impagos incurridos por el monopolio estatal AZCUBA por casi dos años.
La Compañía de Obras e Infraestructura (COI), subsidiaria de Odebrecht en Cuba, cesó la administración del central azucarero 5 de Septiembre, en Cienfuegos, pasados poco más de tres años de vigencia de un acuerdo concebido para extenderse hasta 2025, según confirmó a Martí Noticias la Oficina de Comunicación del conglomerado brasileño.
La suspensión de las labores de Odebrecht en el 5 de Septiembre se remontan a febrero de 2016 a causa de la “falta de fondos del cliente [AZCUBA] para la ejecución del contrato”, dijo un portavoz de la empresa, con sede en Sao Paulo.
El contrato de administración del 5 de Septiembre fue suscrito en noviembre de 2012 entre la COI y AZCUBA, y preveía una inversión inicial de $60 millones de dólares, de acuerdo con declaraciones del director de la oficina en Cuba de la Agencia de Promoción de Exportaciones (Apex-Brasil), Hipólito Rocha.
Creado en 2011, el grupo estatal AZCUBA sustituyó al Ministerio del Azúcar (MINAZ) para responder por la producción de azúcar y sus derivados, energía eléctrica y alimento animal con calidad y costos competitivos.
De acuerdo con un reportaje publicado por el periódico provincial 5 de Septiembre -del mismo nombre que el central azucarero-, Cuba dio por liquidado el contrato con COI-Odebrecht alegando motivos ajenos a la falta de recursos financieros.
“No hace mucho se liquidó aquí [en Cienfuegos] el contrato de administración del central 5 de Septiembre con el conglomerado brasileño Odebrecht, a raíz de la actual circunstancia sociopolítica del gigante sudamericano y el escándalo por corrupción que implicó a esta empresa”, señaló el artículo del diario cubano el pasado enero.
A pesar del cese de las actividades de COI en Cienfuegos, la multinacional aseguró a Marti Noticias que el acuerdo aún no ha sido liquidado, aunque reconoce “trabajar en conjunto con el cliente para ponerle fin al contrato”.
Respecto a las acusaciones de corrupción que el periódico cienfueguero lanza contra el conglomerado brasileño, Odebrecht niega categóricamente que sea un factor relevante en el fin de la colaboración azucarera con Cuba.
La compañía aclaró que los acuerdos establecidos por Odebrecht con el Departamento de Justicia de Estados Unidos y los Ministerios Públicos de Brasil, Suiza, República Dominicana, Panamá, Guatemala, Ecuador y otros países, significan que la empresa asumió su culpabilidad y acordó pagar multas a cambio de continuar celebrando contratos con el sector público, pero “no tienen ningún impacto en Cuba ni para COI, dado que no forman parte de dichos acuerdos”.
“Todos los acuerdos concertados hasta la fecha tienen entre sus objetivos asegurar la continuidad de operaciones mediante el mantenimiento de los contratos vigentes y la habilitación para contratos futuros con los estados de todos los países en los que operamos”, refutó la declaración de Odebrecht.
Modelo sin resultados
Con el nuevo modelo de administración foránea, Cuba buscaba maneras de superar la severa crisis que enfrenta su industria azucarera, cuya producción se había precipitado de 8 millones de toneladas en la década de 1970 hasta apenas 1.4 millones en la zafra de 2011. En la cosecha más reciente, 2016-2017, la isla produjo 1.8 millones de toneladas brutas de azúcar.
“Con ese paso se propone para los próximos años una reanimación en el aprovechamiento de la capacidad original del 5 de Septiembre, que era de 90,000 toneladas de azúcar por zafra”, expresó a raíz de la rúbrica del contrato Liobel Pérez, director de AZCUBA.
Parte del acuerdo incluía la renovación y mejoramiento de las maquinarias del 5 de Septiembre, uno de los pocos centrales -ocho en total- construidos después de la revolución, entre los años 70 y 80.
Sin embargo, noticias de la prensa cubana y datos de productividad del central apuntan a que las cosas no funcionaron como se esperaba en el período en que los brasileños deberían reanimar el negocio.
Precisamente en 2013 y 2014, los dos primeros años del contrato con Odebrecht, el central registró los niveles más bajos de productividad en 10 años (de 2005 a 2014), tal como indican datos divulgados por AZCUBA.
Según reportes de la prensa cienfueguera, el 5 de Septiembre fue el central cienfueguero “donde ocurrieron las mayores fallas de la contienda 2015-2016”, obligando a la industria a pasar por “reparaciones de envergadura”, para el inicio de la zafra de 2017.
“Se ejecutó una reparación general de la estera de caña y la caldera de 60 toneladas, cuyas roturas le habían impedido cumplir su plan”, reconoció Arnaldo Costa Delgado, director de la Empresa Azucarera Cienfuegos.
En otra publicación sobre la marcha de la zafra 2017, el mismo director citó los problemas del 5 de septiembre entre las causas de incumplimiento de los planes provinciales.
“Esta ha sido una contienda compleja, en primer lugar, por el comportamiento de la caña. A ello se suma, además, que los ingenios Antonio Sánchez, de Aguada, y 5 de Septiembre, de Rodas, han tenido interrupciones industriales debido a diversas causas, con un marcado débito en sus respectivos planes de producción”, dijo el directivo cienfueguero.
Indagada sobre la interrupción de la producción y los trabajos de reparación del central divulgados por la prensa cubana, COI-Odebrecht asegura “no tener conocimiento de esas informaciones”.