La Unión Europea (UE) rechazó el viernes una enmienda presentada por Cuba en la ONU para suavizar una declaración que se votará próximamente sobre la actuación de Corea del Norte en materia de derechos humanos.
Los países europeos plantearon en una comisión sobre derechos humanos de la Asamblea General de la ONU que se mantenga en la declaración un llamado al Consejo de Seguridad para que remita al Tribunal Penal Internacional (TPI) a Corea del Norte para ser juzgada por crímenes contra la humanidad.
La enmienda presentada por Cuba esta semana buscaba eliminar toda referencia al TPI en la declaración y optar en su lugar por una cooperación con Pyongyang a través de una visita al país y diálogo con sus autoridades.
En el proyecto presentado ahora por la UE, se reconoce la oferta de Pyongyang de cooperar con el emisario sobre derechos humanos de la ONU, así como una invitación hecha a un relator especial a visitar el país.
Según diplomáticos, las modificaciones permiten subrayar que la comunidad internacional busca trabajar con Corea del Norte para mejorar la situación, pero a la vez reclamar que los responsables de crímenes graves rindan cuentas.
El proyecto de resolución, presentado por la UE y Japón con el apoyo de 48 países, será sometido a una primera votación de la comisión el martes y pasará a la Asamblea General el próximo mes.
China, principal aliado de Corea del Norte y miembro permanente del Consejo de Seguridad ha indicado que vetaría la medida, pero el proyecto de resolución ha enervado a Pyongyang ante la la idea de que su joven gobernante pueda ser procesado.
El documento denuncia los abusos y violaciones de los derechos humanos perpetrados de manera sistemática en campos de detención de Corea del Norte, y detalla torturas, violaciones y asesinatos.
También se votará la enmienda de La Habana, que podría recibir el apoyo de los países africanos que están en malos términos con la el TPI.
Comparable a los nazis y Pol Pot
En abril una comisión investigadora de la ONU integrada por tres juristas presentó un informe de casi 400 páginas sobre los derechos humanos en Corea del Norte que establecía que en ese país se habían cometido y se seguían cometiendo crímenes contra la humanidad.
Estos debían "ser atendidos desde la perspectiva de las normas internacionales de los derechos humanos, movilizando al máximo todos los mecanismos judiciales disponibles dentro del sistema de la ONU", incluido el TPI.
El reporte detallaba numerosos casos de asesinatos, torturas, violaciones, secuestros, esclavitud y otros abusos.
"El régimen norcoreano no tiene paralelo en el mundo contemporáneo", concluía en el documento final el presidente del panel, el juez australiano Michael Kirby. Kirby comparó los excesos del gobierno de Corea del Norte con las atrocidades de los nazis en Alemania o del régimen de Pol Pot en Cambodia.