Gran fracasado, abogado de los poderosos, pequeño burgués, antiproletario, llamaron a José Martí algunos de los principales comunistas cubanos en los años treinta y cuarenta del siglo pasado, anteponiendo a su ideario el de Lenin y acusándolo, vergüenza de vergüenzas (para ellos), de anticomunista.
Todo aparece documentado en un cuaderno de Carlos Ripoll, el admirable investigador de la vida y la obra de Martí, titulado Cuba. Una película sobre José Martí, cuaderno al que he recurrido para ofrecer tres programas especiales con motivo del aniversario número 165 del nacimiento de Martí.
El periodista Ángel César Pintó Albiol, autor del libro El pensamiento filosófico de Martí y la revolución cubana, publicado en 1946, afirmó: "De su revolución no salió ni podía salir, claro está, una república independiente y soberana…" Juan Marinello, quien tanto escribió sobre Martí, declaró que sus ideas sólo podían servir de trampolín a los oportunistas, aunque 28 años después, al ser escogido por el gobierno castrista para presentar la nueva edición de las Obras Completas de Martí, no tuvo inconveniente en contradecirse y señalar, ávido de complacer al poder:
"La postura martiana es un antecedente poderoso y legítimo de nuestra etapa socialista, la patria martiana construida por la revolución encabezada por Fidel Castro es la que lleva a todos los cubanos la obra del libertador del 95".
La celebración de cualquier aniversario relacionado con José Martí es el pretexto perfecto para abordar infinidad de temas. Quien repasa su obra advierte que el autor anduvo por el mundo como un radar, captando y comentando desde lo más significativo hasta lo más engañosamente desdeñable: la pequeña planta que está a punto de arrancar y en la que acaba viéndose reflejado, el insecto de andar distinguido y aires de Quijote, el sonido que hacen sus cejas al rozar la almohada...
Un hallazgo lo lleva a otro, y ese otro a un tercero, y éste a varios más, y todos, a darle rienda suelta a la reflexión y la imaginación, al verso y a la prosa, perplejo y entusiasta ante la diversidad del mundo. No en balde escribió: "Yo vengo de todas partes / y hacia todas partes voy, / arte soy entre las artes / y en los montes, monte soy", sabiéndose capaz de encarnar desde lo más rústico (el monte) hasta lo más refinado (el arte).
Pero estos aniversarios también pueden ser el pretexto idóneo para examinar la relación de los cubanos con él y revelar hasta qué punto su pasión por Cuba y su obra, tan intensa una como notable la otra, han sacado a la luz lo mejor y lo peor de algunos de nosotros.
Si entre las personas que escucharon estos programas hay alguna que repudia a José Martí porque el gobierno de la isla la ha convencido de que éste es su cómplice, "el autor intelectual del ataque al Cuartel Moncada", sepa que averiguar quién fue realmente Martí y decírselo a otros cubanos es una de las formas pacíficas más bellas de luchar contra ese gobierno.