En la clausura de la IV cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), en Quito, el presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, aprovechó su intervención para abogar por que se dé un trato digno y asistencia humanitaria a los migrantes.
Se refirió a los "flujos migratorios irregulares" de seres humanos que buscan en otros países un mejor futuro o que salen de sus naciones por situaciones difíciles, en alusión a la crisis de cubanos que justamente desde Quito atraviesan el continente y llegan a Panamá para seguir por toda Centroamérica hacia Estados Unidos.
En estos momentos se encuentran varados en Costa Rica más de
7.000 cubanos en espera de ser trasladados para continuar su travesía.
La cumbre contó, además, con la intervención del presidente de México, Enrique Peña Nieto; la del de Costa Rica, Guillermo Solís; el de Bolivia, Evo Morales; y la chilena Michelle Bachelet; entre otros dignatarios.
Al encuentro, que se prolongó por más de 12 horas, asistieron 22 mandatarios, tres vicepresidentes y ocho delegados de los 33 países que integran este foro regional.
La CELAC está integrada por Antigua y Barbuda, Argentina, Bahamas, Barbados, Belice, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, República Dominicana, Dominica, Ecuador y El Salvador.
Además, Granada, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Santa Lucía, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas, Surinam, Trinidad y Tobago, Uruguay y Venezuela.
La CELAC fue fundada en 2010 y tuvo a Venezuela como sede del primer encuentro, y a Cuba y Costa Rica como los países donde se desarrollaron la segunda y tercera de las cumbres.