El Gobierno de Panamá ayudará, "en la medida en que sea útil", a que Cuba se reincorpore a la Organización de Estados Americanos (OEA) y se normalicen las relaciones en el continente, dijo a Efe la viceministra de Asuntos Multilaterales y Cooperación, María Luisa Navarro.
Después del éxito diplomático que supuso para Panamá la pasada Cumbre de las Américas, en la que por primera vez en cinco décadas se sentaron en una misma mesa los presidentes de Cuba y Estados Unidos, el Gobierno panameño cree que es hora de que la isla sea "parte activa" del organismo panamericano.
"Si Cuba va a seguir participando en las próximas Cumbres de las Américas, como así se espera, tiene que reincorporarse en la organización" interamericana, sostuvo la viceministra en una entrevista con Efe dos días después de participar en la 45 Asamblea General de la OEA, que se celebró en Washington a principios de esta semana.
Cuba fue expulsada de la OEA en 1962 tras el triunfo de la Revolución de Fidel Castro en 1959. En 2009 el organismo levantó la suspensión, pero hasta ahora el régimen castrista no ha mostrado intenciones de reincorporarse, a pesar de que tiene todo el apoyo latinoamericano.
De hecho, La Habana ha sido siempre muy crítica con la OEA, a la que ha considerado un instrumento del "imperialismo" estadounidense. En numerosas ocasiones ha dicho que nunca volvería a integrar esta organización y lo cierto es que siempre se ha sentido más cómodo en foros como la Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), donde están todos los países de América menos EE.UU. y Canadá.
"El que Cuba vuelva a integrarse en la OEA va a depender de la organización, de los países y de la propia isla. Tiene que haber una voluntad de Cuba de reincorporarse al diálogo", añadió Navarro.
Durante la Asamblea de la OEA, el Gobierno panameño mostró su disposición a actuar de intermediario en la normalización de las relaciones hemisféricas.
"Como parte de nuestra política exterior vamos a promover los diálogos y a ponernos a las órdenes para cualquier solución de conflicto pacífico que pueda surgir en el continente, con Cuba y con los demás países, en la medida en que Panamá sea útil", explicó la viceministra, sin especificar si con la expresión "los demás países" se refería a Venezuela.
Navarro también defendió la necesidad de relanzar el organismo panamericano y de hacerle más influyente porque "es el único foro donde se unen el norte y el sur".
"Una de las delegaciones (que acudió a la Asamblea de la OEA) dijo que la institución tiene que podar un árbol con muchas ramas y que ahora le toca al nuevo secretario general encontrar las ramas más robustas e importantes y podar las demás. Así el árbol tendrá más fuerza y podrá seguir creciendo", explicó.
La viceministra, sin embargo, evitó admitir que la relevancia internacional del foro panamericano, que se creó en 1948, se haya mermado tras el ascenso de otros organismos regionales. "Decir que la OEA tiene que recuperar una relevancia (perdida) sería un poco injusto. Sigue teniendo una vigencia importante en las relaciones entre los países del hemisferio", añadió.
Con respecto a las crisis políticas y a los escándalos de corrupción que viven países próximos como Guatemala y Honduras, Navarro dijo que la preocupación de los ciudadanos es "legítima" y que la tolerancia de los mismos "ha llegado a un límite".
La viceministra instó, sin embargo, a "proteger la institucionalidad" y a esperar a las elecciones "para sugerir cambios de gobierno".
"Las investigaciones deben ser resueltas en los procesos judiciales y los temas de gobierno en procesos democráticos", añadió.
El viceministerio que dirige Navarro, que se creó en abril de este año después de la Cumbre de las Américas, sustituyó el proyecto de Agencia Internacional de Cooperación de Panamá y en la actualidad trabaja, entre otras cosas, para crear un Plan Nacional de Cooperación junto a Naciones Unidas.
